Agresiones contra la prensa
Según la ONG Reporteros sin fronteras, entre 2019 y 2020, nuestro país cayó del puesto 46 al 51 respecto de la libertad de prensa.
La libertad de expresión, como fundamento de la democracia, exige siempre su irrestricta defensa. Lamentablemente, en nuestro país y en otros lugares más allá de nuestras fronteras, se han producido algunos acontecimientos que la ponen en peligro.
El ministro de Salud, frente a un comentario en dos prestigiosos medios norteamericanos, los acusó de coludirse para descreditar al gobierno de Chile. Podría haber agregado varios periódicos más, que en Chile o el extranjero, han comentado desfavorablemente el manejo del Covid-19.
Es parte del riesgo de tener una prensa libre.
Según la ONG Reporteros sin fronteras, entre 2019 y 2020, nuestro país cayó del puesto 46 al 51 respecto de la libertad de prensa:
"Aunque Chile cuenta con una relativa estabilidad democrática, sigue siendo presa de problemas de corrupción y aún padece los resabios de la dictadura militar… Se han registrado avances notables en el acceso a la información y el uso de Internet, sin embargo, no se respeta el secreto de las fuentes periodísticas y aún es difícil abordar ciertos temas… En el último trimestre de 2019, en las violentas manifestaciones de protesta… se registraron numerosas agresiones y ataques intencionales a periodistas y medios de comunicación".
No ha habido mejorías. Al contrario:
Lo más grave, porque puso en peligro la vida de dos profesionales de TVN, es el ataque contra el vehículo en que viajaban en misión informativa el periodista Iván Núñez y el camarógrafo Esteban Sánchez.
También han sido gravísimos los episodios en que periodistas y camarógrafos han resultado heridos por la acción de la fuerza pública.
A esta lamentable serie, hay que agregar la denuncia de la U. de Chile por las amenazas contra el estudiante de Periodismo Michael Lieberherr. El motivo es su reportaje de titulación acerca de la responsabilidad de empresas mineras en episodios de contaminación ambiental.
Estos hechos evidencian un condenable menosprecio del trabajo periodístico realizado responsablemente dentro de las exigencias éticas. No es una amenaza contra los periodistas y el periodismo, es contra la esencia misma de la convivencia democrática.
Abraham Santibáñez
Premio Nacional de Periodismo 2015