Bastián Hermosilla ya no es seremi de Salud, pero su salida estuvo lejos de aquietar las aguas en el Gobierno Regional. Su caso hizo correr versiones que este tipo de reuniones no son un hecho puntual entre funcionarios de distintos rangos. La crítica desde distintos frentes es que se deben respetar los protocolos o bien dar el ejemplo, dado que el Gobierno de Sebastián Piñera y sus representantes guían a la comunidad en este aspecto.
Consultado el seremi de Gobierno, Guillermo Zurita, dijo que "como Gobierno no podemos hacernos cargo" de rumores y que solo cuando se tenga información precisa se toman decisiones, reduciendo las versiones a trascendidos de redes sociales y la prensa.
La postura dada por Zurita no aporta a la tranquilidad y más bien con sus palabras coloca una especie de velo, que dejó a Hermosilla solo en el banquillo de los acusados, cuando lo más sensato es al menos preguntarse si realmente se trata de una práctica generalizada o no, especialmente cuando las versiones no son precisamente de las redes sociales.
Pareciera que todo depende de una imagen o una denuncia formal y allí se equivoca Zurita. Si en el caso de Hermosilla no se filtraban las fotos, es muy probable que hoy estuviera al mando de la Autoridad Sanitaria, quizás repitiendo que hay que usar la mascarilla y mantener distancia social, tal como lo hizo de forma repetida desde el comienzo de la pandemia. Quizás sería parte del comentario por una fiesta, pero no pasaría de eso dado que bajo la lógica del Gobierno, sin denuncia ni foto no hay acto...
Se extraña, además, una postura más disuasiva del Gobierno a partir de lo ocurrido con Hermosilla. No se ha conocido que haya llegado un recordatorio con recomendaciones del cuidado que hay que tener con la función pública y que se debe tener la máxima cautela en respetar los protocolos en todo momento.
Finalmente cabe consignar que Hermosilla renuncia más por un tema de forma que de fondo. La intendencia dijo que se reunió en Fase 3 con el aforo permitido y antes del toque de queda. Lo que gatilla su partida es que él reconoció que incumplió las medidas de autocuidado y efectivamente no predicó con el ejemplo, pero ¿qué pasa si hay otros que se reúnen masivamente y en toque de queda? Sin imagen, sin reclamo formal y sin recordatorio ya sabemos la respuesta.