Adultos mayores líderes de Atacama
La región es primera en tasa de inoculaciones por cantidad de habitantes en primeros días de vacunación masiva. Su compromiso no solo es con ellos mismos, sino que con todos. Muchos adultos mayores fueron a inocularse y en paralelo jóvenes, sentados en su silla, siembran terror injustificado contra vacunas porque vieron algo en redes sociales. Muchos adultos mayores se encerraron, mientras jóvenes hicieron fiestas clandestinas o se descontrolaron en pubs.
Los adultos mayores nuevamente están dando el ejemplo en Atacama. Si antes fueron las diversas elecciones políticas o por su compromiso con diversas causas, actualmente son claves en que la región sea líder a nivel nacional en tasa de inoculaciones por cantidad de habitantes, durante los primeros tres días de entrega masiva de dosis Sinovac. Más de un 5% del porcentaje de cumplimiento dejan a Atacama en un buen pie en el proceso y permite ver más de cerca la final de este túnel tan sombrío, que ha dejado una larga pandemia.
Las largas filas en las distintas escuelas donde personal de salud suministraron las dosis hacían pensar que sería un éxito y eso se confirmó, pero con mayor alegría dado que estamos hablando de la vacunación más exitosa en un proceso que a nivel nacional es considerado exitoso.
Es innegable que el valor de la experiencia de la tercera edad ha sido clave en esto. Muchos han sufrido por carencias -como no tener agua o luz cuando pequeños-, pasaron catástrofes como terremotos o aluviones o vivieron crisis institucionales graves en el país y ahora salieron en masa a cumplir el compromiso por ellos y por el resto. En la semana, varios adultos mayores entrevistados por este Diario lo afirmaban así, lo que demuestra una empatía que debemos seguir.
Ellos no se criaron con la televisión, el notebook y el celular, pero son inmensamente más informados. A su vez, gracias a su responsabilidad han permitido que la región no sea un desastre sanitario, absorbiendo el impacto provocado por miles de jóvenes o adultos que hacen fiestas clandestinas y se aglomeran en pubs, olvidando que estamos en pandemia.
Claro, es más fácil decir que es necesario salir de casa por el estrés del encierro, pero hay jóvenes que olvidan tomar medidas como la distancia social, lavado de manos y usar la mascarilla, mientras que en un mundo paralelo hay muchos adultos mayores que esperaron la vacunación para volver a salir a la calle.
Los adultos mayores nuevamente se transforman en referentes, en entes de solidaridad y ahora se convierten en la generación que hizo más que nadie en pandemia, a pesar que históricamente ha sido la más golpeada con familiares que los abandonan o por pensiones malísimas. Ellos no son "abuelitos" como se dice en la TV, son "adultos mayores líderes" que nos dan una nueva lección de cómo comportarnos.