¿Eres una persona mentirosa?, ¿conoces a alguien que no lo sea? El dicho popular: "mejor una mentira piadosa que una verdad dolorosa" pareciera ser la justificación perfecta a aquello que decidimos decir, en reemplazo de lo verosímil.
Tomemos en cuenta lo siguiente: muchas veces, para algunos, mentir es el aliciente para avanzar en la vida. En política, por ejemplo, es la forma de ganar adherentes, de acercar posturas, de maquillar la verdad por conveniencias partidistas. Pero no seamos tan críticos y pretender creer que es sólo en la arena política donde suceden este tipo de situaciones. Pese a que Platón desarrolló la idea sobre la mentira noble en su obra La República, cuando se refiere a la falsedad de los políticos y gobernantes para preservar la armonía social, hoy en día, esta forma de expresarnos también se manifiesta en otros ámbitos de nuestra vida.
En las relaciones interpersonales, con los amigos, las parejas, con la familia, se acomodan verdades, se sostienen historias y se reformulan circunstancias. Según ciertos estudios, se sostiene que hay personas que mienten entre 10 a 200 veces al día; incluso hay quienes lo hacen de forma repetitiva, por padecer de un trastorno obsesivo compulsivo llamado mitomanía.
El fenómeno de la mentira, fue estudiado a fines del siglo XIX, por el psiquiatra suizo, Anton Delbrueck. Una condición que crea situaciones ficticias para generar historias increíbles, con el propósito de captar interés entre los interlocutores y así ser aceptado por los círculos sociales donde se busca encajar.
Ahora bien, la aparición de las fake news han llegado a convertirse en las mentiras más creíbles, del siglo XXI, que se instalan en portales de internet para causar desinformación dañina y perturbadora. Además, compartir estas noticias falsas en las redes sociales, crea una especie de bola de nieve que es difícil poder frenar y corregir.
Por esto, el primer paso es evitar mentir sabiendo que podríamos causar una serie de consecuencias desfavorables para los demás. Si nos molestan las mentiras de otros, intentemos no ser parte de aquellas falacias que no contribuyen con lo que es realmente verídico, marcando una gran diferencia en el aquí y el ahora.
Claudia Peñailillo Cronor
Periodista, Licenciada en Comunicación Social