Ni un peso para la cultura
No me gusta la palabra colocar. Siento que transpira autoritarismo: es ubicar a alguien en su lugar, en donde le corresponde. Es delimitar, cercar espacios, excluir. Es definir que hay ciertas cosas (y personas) que valen, y otras que, por su posición, no tienen valor.
Que una ministra de Cultura diga que colocar un peso en cultura es desviarlo de otros fines, significa que cree que la plata no corresponde en cultura, es decir que el lugar de la plata está fuera de la cultura, o que la cultura, por su ubicación, debería estar excluida del circuito de la plata. No creo que se pueda estar más equivocado: la democracia liberal (y el mercado, que es casi lo mismo) ha creado espacios fundamentales para la expansión del pensamiento y las artes, lugares que otros sistemas políticos, por el control que ejercen sobre la libertades individuales, no son capaces de crear.
La relación entre los artistas y la industria audiovisual, musical, de diseño de productos, arquitectura, moda y tantas otras está tan establecida que es una vergüenza que alguien del nivel de la ministra no la reconozca. Da la impresión que la ministra cree que la única libertad creativa financiable es la de emprender. Esa visión se podría comprender desde Hacienda, obligada a cuidar el presupuesto de la nación -aunque por la trayectoria del ministro Briones, es difícil que la comparta-, pero no de quien se supone debe proteger el mundo cultural.
Chile es un país donde los trabajadores de la cultura viven en una precariedad constante, y por décadas ha sido así. ¿Qué peso tienen, entonces, la ministra y su ministerio?
Fernando Cruz, sociólogo-escritor
Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia
La ley que crea el nuevo Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia ha sido aprobada, poniendo la lápida al SENAME. La pregunta que cabe hacerse en este momento es si ello significará un real beneficio para los niños, niñas y adolescentes que han sufrido graves vulneraciones a sus derechos. Sin lugar a dudas la respuesta es no. Ello no ocurrirá en la medida que las políticas públicas y el conjunto de reformas legislativas necesarias para una efectiva protección de los derechos humanos se hagan realidad.
Si bien hay avances, preocupan los retrocesos y los enormes vacíos que se generan al no contar con una ley de protección o garantía a los derechos de niños y niñas, sin que necesariamente sean víctimas de violencia intrafamiliar, institucional o estructural. Ello es clave para no cargar al nuevo servicio con tareas propias de las políticas sociales universales, cosa que ocurrió con el agonizante SENAME. Las tareas vinculadas con salud, educación, vivienda, pobreza, medio ambiente, seguridad social, deben estar radicadas en las instituciones pertinentes, mandatando su articulación en la Ley de Garantías.
El nuevo Servicio retrocede al establecer programas para inimputables. Es decir, niños y niñas menores de 14 años, en tanto acusados por un ente indeterminado de cometer un delito, serán derivados a programas especiales, sin investigar si el delito se cometió y si participó en él, sin derecho a defensa, sin debido proceso, sin justicia.
Sin lugar a dudas los derechos humanos y especialmente los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes deberán ser parte del debate constitucional, el solo reconocimiento de su existencia y de la calidad de sujetos de derecho de este imprescindible grupo será un enorme avance.
Consuelo Contreras, Fundadora Corporación Opción
Tercer retiro del 10%
Señor Director:
Nada debe sorprendernos de nuestra clase política, ni tampoco si en los próximos meses estamos discutiendo un tercer retiro del 10% de los fondos previsionales, pero no deja de llamar la atención el simplismo, la poca preparación en temas técnicos y la nula visión de largo plazo en materia previsional, lo cual fue muy bien resumido por el economista y reconocido experto previsional David Bravo quien señaló que "El congreso pasó a ser parte del problema en el caso de las pensiones".
Aún estamos a tiempo enmendar el rumbo, al menos en medidas paliativas para que exista una mayor responsabilidad de quienes se acojan a un segundo retiro de fondos previsionales, y ellas son retrasar la edad legal de pensión y el ingreso al pilar solidario en un año, y así sucesivamente para futuros retiros previsionales.
Adicional a lo anterior, el aumento de cotización adicional debe ir íntegramente a las cuentas de los trabajadores, para así reponer y compensar el dinero usado.
Eduardo Jerez Sanhueza