¿Qué nos dejó el estallido social después de un año?
Señor director: Algunas personas se sienten emocionadas por sentir que "El pueblo" se levantó en contra de la casta política, pero la verdad, más allá de lo romántico que puede sonar aquello, las personas se congregaron para que se pueda dar una solución a sus necesidades, y que después de un año, aquellas soluciones que se pedían nunca llegaron. Pero lo que sí llegó, fue la imposición de que es necesaria una nueva constitución, y que esta va a poder solucionar todo, que por lo demás, los políticos llevan tratando de conseguir desde el 2013, y que hasta el excandidato a la presidencia Alejandro Guillier tenía como objetivo en su plan de gobierno.
Y si realmente "El pueblo" se levantó fue claramente en contra del mismo, pues, todos vimos lo que dejó y está dejando el estallido delictual tanto ahora como el año pasado, dado que esas personas que quemaron estaciones de metros, iglesias, incluso aquellos que saquearon y quemaron supermercados, o que destruyeron los negocios de personas que les costó una vida entera construir, son los mismos que ahora quieren democráticamente hacer un Chile mejor a través de una nueva constitución.
Y algunos me podrán decir "Bueno es que son accidentes aislados" o "Es producto de cualquier manifestación ciudadana", ¿pero serán 20 estaciones de metros incendiados hechos aislados?, ¿y por qué en las manifestaciones del rechazo entonces no hubo ni una sola barricada, y en cambio con el apruebo siempre hay desmanes? Incluso quizás puedan mencionar que los destrozos se justifican para que sean escuchados, pero si detrás de los destrozos se ve personas como nosotros, que perdieron sus trabajos, sus años de esfuerzo en una pyme, donde ya no tienen para pagar las deudas, ¿eso realmente se justifica?,
Francisco Villarruel Morales
A no confundirse
Mirando inexactitudes acerca del plebiscito nacional de este domingo, a no confundirse. Los que dicen que si gana el Apruebo será "el pueblo" quien redacte la nueva constitución, en realidad serán representantes de la ciudadanía toda, de cada comuna, incluidos profesionales, académicos, líderes sociales, estudiantes y otros quienes lo realicen. La extrema izquierda suele apropiarse del distintivo "el pueblo" aludiendo sólo a pobladores alineados, tratando de manipular e impulsar modelos estatistas ya fracasados en el mundo. Aquí eso no pasará, habrá otro plebiscito sancionatorio en 2022, para aceptar la nueva propuesta constitucional con, al menos, dos tercios de los votos ciudadanos.
A no confundirse tampoco con aquellos que ofrecen "rechazar para cambiar". Es un contrasentido vergonzoso. Quienes enarbolan el eslogan, de suyo, ¡no quieren ningún cambio en el país actual! Mienten para mantener un Estado subsidiario que no asegura derechos básicos como salud, educación gratuita y pensiones razonables, como sí lo hacen países como Alemania o Noruega. A no confundirse. Una nueva constitución redactada por gente inteligente de la ciudadanía, con ideas de derecha, centro e izquierda y de distintas visiones religiosas nos da la posibilidad de un Chile más equitativo y desarrollado.
Gaspar Millas del Río
A renovar el pacto social
Señor director: Este domingo los chilenos revelarán si aprueban o rechazan cambiar la Constitución Política de la República. Si bien votar "Apruebo" trae aparejada la renovación de un pacto social quebrado, no hay que olvidar que el histórico acuerdo del 15 de noviembre de 2019 fue la salida express utilizada por la clase política para tratar de contener una crisis mucho más grave.
Una nueva constitución no solucionará los problemas estructurales del país. Se necesitan reformas que aborden los problemas de desigualdad y fragilidad de la mayoría. Es decir, correcciones profundas a los sistemas de seguridad social, incluyendo aspectos previsionales, mejoras a la salud pública y la educación. Además, es indispensable modificar la regulación de los mercados para desincentivar la pillería y potenciar la libre competencia.
Todas son tareas ingratas, que implican discutir, transar y negociar -palabras vetadas en el lenguaje político actual-, donde la política no ha estado disponible para pagar los costos. Esperemos que después del domingo asuman, de una buena vez, el rol que les corresponde.
Fernando Cruz, sociólogo-escritor
Violencia
Señor director: ¿Qué opiniones estamos validando?
En la franja del Apruebo, específicamente en los minutos entregados al colegio de profesores, se le entrega espacio a Roberto Campos, profesor de matemáticas condenado a 54 días en prisión por causar daños en el metro el 180 e incitar a la violencia. En dicho espacio argumenta que fue juzgado injustamente por querer un Chile más justo y digno. Por favor, no ensuciemos un proceso con líderes negativos, el problema no es su postura política sino sus actos. La violencia es violencia por donde se mire.
Ricardo Oyarzún González, docente