Liceo de Chañaral cumple 42 años
Señor director: El 1 de septiembre el Liceo Federico Varela de Chañaral estará cumpliendo un año más al servicio de la Educación Comunal.
Las circunstancias pandémicas no van a posibilitar que se realicen las actividades tradicionales con alianzas participando en competencias, elección de Reina y Rey del Liceo y por supuesto el acto solemne donde siempre se destacan algunos de los hitos más significativos de la Historia Liceana.
Las bases del Liceo están en la recordada Escuela Consolidada que dio inicio a la Educación Secundaria en Chañaral y que cedió su tarea formativa un día 1 de septiembre del año 1978 al actual Liceo que ha tenido varias denominaciones, Liceo A-1, Alexander Von Humboldt y en la actualidad Liceo Federico Varela en reconocimiento a un gran empresario y filántropo del pasado que colaboró generosamente con el progreso de Chañaral.
En este prestigioso establecimiento se imparte la enseñanza Científico-Humanista y Técnico Profesional.
Una característica del Liceo de Chañaral es que la mayoría de sus directivos, docentes y funcionarios son ex -alumnos y ex -alumnas que hoy se desempeñan laboralmente en el lugar donde cursaron su enseñanza media, la directora del establecimiento, profesora Fancy Araya Díaz también es exalumna.
Muchos egresados de las aulas liceanas cumplen importantes roles a nivel regional en diversos ámbitos, Luis Campusano Kemp, director Regional de Junji; Carlos Leal Varas, seremi del Trabajo; profesora Carla Palma Flores, decana Facultad de Humanidades de la UDA, Raúl Salas Aguilera, alcalde de Chañaral,destacados profesionales que están aportando al desarrollo de nuestra comunidad regional.
Este año no se realizará la celebración tradicional , pero los liceanos de ayer y hoy tendrán muy presente a su Liceo Federico Varela que está de cumpleaños y en el que vivieron y desarrollaron esa hermosa etapa de su vida adolescente donde encontraron no sólo conocimientos sino que también amistad y apoyo en la búsqueda de su proyecto de vida.
42 años, miles de egresados , egresadas y el agradecimiento a una ciudadela que seguirá velando por una educación inclusiva, resiliente y siempre en búsqueda de la excelencia.
Miguel Angel Aguirre
Pensiones y nueva Constitución
La excelentísima Corte Suprema de Justicia (así se estila calificarla) ha impartido justicia. Rechazó la posibilidad de que una modesta maestra del país retire sus fondos de la AFP Cuprum, revirtiendo lo antecedido por la Corte de Apelaciones de Antofagasta. Es decir, es justo que la profesora que ganaba 1.200.0000 reciba ahora 185.000 pesos mensuales de su Administradora, AFP que, de paso, logró utilidades por 95 millones de dólares, sólo en 2019.
Este tipo de situaciones absurdas e incomprensibles, en donde una Corte no imparte justicia por estar los hechos amarrados previamente, no pueden seguir existiendo en un país con un 97% de alfabetizados. Por esto, una vez ganado el Apruebo en octubre, debe plasmarse en la nueva Constitución un rol fuerte del Estado, garantizando derechos básicos para todos sus habitantes: acceso a la salud, la educación y la vivienda y pensiones consistentes, de supervivencia.
No podemos continuar con una constitución como la actual que blinda, de suyo, a una fronda, llámese de políticos a favor del sistema económico, dueños de AFP e Isapres, de medios de comunicación, banqueros y las élites de la FFAA, entre otros, que se enriquecieron ofensivamente e impidieron todo cambio, invocando un bien superior que no era otra cosa que el propio interés privado.
Gaspar Millas del Río
Solidaridad: una idea de cómo avanzar
Existe una idea ampliamente difundida en Chile sobre nuestra identidad como pueblo y se podría resumir en algo así como: los chilenos son solidarios. Por supuesto que muchos de nuestros compatriotas lo son, sin embargo, esto contrasta fuertemente con la vivido en los últimos meses, donde la violencia, discriminación, racismo, clasismo u oportunismo se han dejado ver con una fuerza abrumadora.
Hay que entender que la solidaridad no es ir a participar de la campaña benéfica de turno, sino que surge desde una forma de entender las relaciones sociales y, sobre todo, de entender al otro como un ser válido y valioso. Sin esta concepción, la solidaridad se convierte en asistencialismo y necesidad de figurar.
La solidaridad es un valor muy importante para una sociedad desarrollada, pero no se construye en base a leyes o "sermones", mucho menos castigos. Si queremos avanzar hacia una cultura de la paz, es imperativo que comencemos a pensar, de verdad, en los niños y niñas, y comencemos a tratarlos con respeto, empatía y solidaridad.
Pablo Ogueda, académico Escuela de Psicología de la U. de Las Américas