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Gómez es pausado para hablar por su enfermedad y se toma su tiempo para que se le pase lo agitado. El minero confesó que si se llega a contagiar "no voy a sobrevivir" por su complicado cuadro clínico. En cuanto a lo ocurrido hace 10 años, reconoció que "es como si hubiese pasado ayer. El tiempo pasa muy rápido y ahora estamos acá encerrado en casa" y espera crear una fundación para ayudar a la gente que lo necesite. "Antes que me vaya debo dejar algo".
El hombre lamenta que "luego de 10 años la gente ya se ha olvidado de esto (…) esto fue algo inédito y tuvo un impacto mundial".
Otro minero que mira con preocupación a la pandemia es José Ojeda que es el creador del papelito de la esperanza "Estamos Bien en el Refugio los 33". El sobreviviente actualmente debe luchar contra enfermedades cardiacas, a la próstata, diabetes, riñones y problemas psicológicos que no lo dejan dormir.
"Estoy más o menos no más. La salud no está buena, estoy bastante enfermo", reconoció. El minero solicita ayuda para realizarse exámenes que superan los 800 mil pesos y que hoy no puede costear dado que vive solamente con la pensión que bordea los 400 mil pesos y debe costear todos sus remedios e incluso los insumos básicos.
Sobre lo ocurrido hace 10 años, José sostuvo que "tengo rabia con las empresas porque todos los que éramos de los 33 estábamos fichados y no nos dieron trabajo. Nos cerraron las puertas". Además, añadió que alcanzó a trabajar en una empresa, pero fue desvinculado por la cantidad de permisos solicitados para realizarse los controles médicos.
"Mejor suerte"
Quienes han tenido mejor pasar son Omar Reygadas y Franklin Lobos tenían trabajo estable en el transporte de trabajadores a faenas, lo que se detuvo por la cuarentena. Ambos han conservado una amistad en estos 10 años y junto a sus familias esperan que pase la pandemia y no perder sus fuentes laborales que tanto les ha costado encontrar.
En cuanto a lo ocurrido hace una década, Reygadas, dijo que aún quedan secuelas como dormir de 2 a 3 horas. En tanto, Franklin Lobos sostuvo que tenía solamente 4 meses de experiencia en la minería cuando fue el accidente y que estuvo cerca de la muerte. El ex jugador de Cobresal comentó que nunca podrá olvidar cuando se desprendió el cerro a sólo 20 metros de donde él se encontraba. "Yo decía cuándo se va acabar esto porque era una cosa terrible. Ahí fue cuando yo giré la cabeza (me acuerdo clarito, dice) y le digo a Galleguillo… 'cagamos vamos a morir'".
Franklin hasta el día de hoy comenta a todas las personas lo cerca que estuvo de la muerte y de la segunda oportunidad que le dio la vida para seguir apreciando el fútbol que es lo que más ama.
Otro de los mineros más conocidos fue Luis Urzúa, el jefe de turno de la mina San José, quien espera en su hogar el fin de confinamiento obligatorio que hay por la cuarentena de 14 días en Copiapó. El minero comentó que trabaja en Sernageomin y espera volver a terreno para entregar su conocimiento del sector.
Urzúa dijo sobre lo que vivió hace una década que "los primeros 17 días fueron los días más complejos y de unión porque no teníamos ninguna posibilidad de salir por nuestros medios". Hoy, el minero reconoce que "hay gente que está a favor de ellos, pero también hay otros que están en contra porque no conocen la realidad de ellos".
Distancia entre ellos
Juan Illanes fue el tercero en aparecer la madrugada del 13 de octubre de 2010 en la operación de rescate que tuvo a cientos de millones de personas de todo el mundo como testigos en directo. Dice que de vez en cuando llama a algunos de sus excompañeros, pero reconoce que rara vez le contestan.
En esta década, Illanes siguió por un lustro trabajando en el sector minero, pero luego se mudó a Chillán donde, además de ejercer distintos oficios, fue candidato a alcalde. En el intertanto, se fue de voluntario a una misión de paz en Haití. Hoy realiza charlas motivacionales en el Museo de Colchagua, propiedad del empresario Carlos Cardoen.
"Me piden alguna observación sobre lo que vivimos. No somos ningunos expertos o genios en cuanto a liderazgo o control de crisis. Son solo observaciones con respecto a la experiencia vivida. Yo no te puedo hablar de un proceso de cambios dentro de un grupo. Más bien nos llevan por ver qué puede suceder en lo emocional a un grupo de trabajo. Es poder evaluar al tipo que estuvo encerrado y que hoy está normal", dijo Illanes.
Al mismo tiempo, destaca que existe poco contacto entre ellos.
"Eventualmente por ahí nos juntamos. Pero cuando uno llama, rara vez responden. Están parados en otra línea y tú perfectamente sabes que conmigo no se miran bien. Yo tampoco voy a hacerlos reír. Ya no es mi tema. Tengo que velar por mis cosas, por mi gente, por lo mío. El sacrificio por el grupo fue hasta consolidar los proyectos que partieron (libro y película). De ahí en adelante cada cual tiene que ver qué es lo que puede hacer", agregó.
Consultado sobre alguna actividad que realizarian entre ellos para conmemorar el hito, o si se reunirían, Illanes es tajante en su respuesta.
"Nada. Parece ser que viven en un mundo aparte. Y tampoco voy a romper esa burbuja. Que lo vean ellos. No maduraron. Esa es la verdad de las cosas. Se perdió la oportunidad de su vida cada uno de ellos. Y junto con eso cerraron puertas para todo el grupo. Porque faltó esa visión futurista. Faltó aportar, compartir. Faltó eso que estuvo abajo y que se perdió. Y se perdió por egos personales, principalmente. Se les olvidó que hay que ganársela. Porque ninguno de nosotros tiene las condiciones de los futbolistas, tampoco somos genios. Entonces lo que se logró fue por alguna razón. Al grupo completo nos faltó mucha humildad. En esa línea, tal vez la cosa pudo ser diferente", dijo.
Incluso criticó a algunos de sus compañeros por la forma en que han enfrentado la situación en la actualidad.
"Yo vi esta semana un Facebook donde seguían con lo mismo. Ellos siguen con su historia de siempre, que los dejaron tirados, que nadie los atiende, que les falta esto y lo otro. No lo comparto. Todos tenemos que trabajar, cada uno debe buscar el sustento, finalizó Illanes.
Disímiles realidades, pero a todos los une que formaron parte del hito más grande de la minería en Chile y también a nivel mundial. Este año el Gobierno Regional no realizará ninguna actividad para la conmemoración de los 10 años del accidente por la situación sanitaria actual, pero sí esperan hacer algo para la fecha del rescate en el mes de octubre.
"El ministro Mañalich me ofreció un trabajo en algún hospital y una beca para estudiar enfermería (…)todo fue un cuento tonto, yo estuve esperando más de un año"
Johnny Barrios, Sobre promesa tras rescate
"Han sido 10 años con ganas de volver a entrar a un turno, con ganas de volver a tener compañeros de pega y todo"
Mario Sepúlveda, Dice que "se pasaron volando" estos 10 años
"Estoy más o menos no más. La salud no está buena, estoy bastante enfermo"
José Ojeda, Creador del papelito de la esperanza "Estamos Bien en el Refugio los 33"