La semana pasada la Cámara Chilena de la Construcción presentó a nivel nacional las principales medidas que se implementarán para materializar el denominado Compromiso Social de la CChC, que tiene como objetivo fortalecer los vínculos entre empresas y trabajadores del sector y sus familias en la crisis que estamos viviendo, poniendo especial énfasis en áreas como salud, formación, atención social y empleo.

Para llevar a cabo esta iniciativa, que es parte de una labor que hemos venido realizando hace más de 70 años -cuando se fundó la CChC- y que en el escenario que estamos viviendo es necesario potenciar, se ha confeccionado una guía de orientación con acciones diseñadas por el área social de la Cámara para apoyar a trabajadores del sector, se encuentren activos, suspendidos o cesantes.

Así, se están impulsando una serie de programas para implementar en empresas socias de nuestro gremio, entre los que se encuentran el seguro complementario de salud Construye Tranquilo, atenciones de urgencia oftalmológicas y dentales, operativos preventivos en obra y capacitaciones (que incluyen modalidades online), donde también se agregan nivelaciones de estudios. Por su parte, en el caso de las personas que se han quedado sin fuentes de trabajo, poder seguir entregándoles atención social y concretar aportes solidarios para dichas familias.

Este Compromiso Social además viene a complementar el Compromiso Sanitario de la Construcción, el cual hemos estado difundiendo a nivel nacional, haciendo un llamado para que las empresas extremen las medidas de prevención dentro de sus espacios laborales, para lo cual se ha confeccionado un Protocolo -en conjunto con Mutual de Seguridad y que además recoge los lineamientos de los ministerios de Economía y Salud- que se deben implementar y seguir rigurosamente, poniendo siempre por delante el bienestar y salud de todos quienes son parte de nuestra industria.

Lo relevante de esta labor que estamos impulsando en todo el país y que esperamos que se materialice con mucha fuerza en nuestra región, es que hagamos todos los esfuerzos a nuestro alcance en un contexto marcado por la pandemia, pues sólo trabajando unidos podremos salir adelante.

Carlos Aguirre Barraza

Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó

Ya es una sentencia que el covid-19 provocará efectos en la salud, la economía, la educación y otros ámbitos, por lo tanto la pregunta es saber cómo y cuánto. El seremi de Desarrollo Social, Luis Morales, plantea que si la pobreza sube dos dígitos, Chile y Atacama retrocederían cuarenta años en esa materia, mientras que el ministro de Hacienda Ignacio Briones dice que la economía tendrá un retroceso de siete años, aunque otros especialistas dicen que pueden ser más. No se han conocido otros parámetros al menos masivamente, pero lo cierto es que es inminente que otras materias tengan cifras con pronósticos negativos. Los servicios, la tecnología, nuestras ciudades e incluso las confianzas en el sistema pueden retrotraernos años dejando al país sumido en una época insana y con desajustes propios de los pueblos sin progreso.

Ante esto, asoma como fundamental que como sociedad cuidemos lo que tenemos por el bien nuestro y de los otros. A medida que vayan pasando los meses y años, las urgencias por los efectos de la pandemia puede que no paren -especialmente en los sectores vulnerables- por lo que es muy posible que aquello que no se arregló hoy no se va a arreglar en años.

Nuestros parques, nuestras canchas de fútbol, nuestro servicio de transporte y nuestras bondades corren un serio riesgo y si es inevitable que el tiempo haga mella en estos, debemos como ciudadanos el deber de al menos cuidarlos.

Lo mismo con las estructuras, las cuales pueden terminar en el olvido y lo mismo con los servicios de las empresas de las cuales hay un grupo importante que no están respondiendo a los requerimientos de las personas y están provocando un serio daño en su relación con los clientes.

El cuidado no es solo en la salud, sino que en todo lo que vemos y palpamos. Lo más probable es que una estructura sacada de un parque sea más difícil de reemplazar que antes y provocar este daño solo es muestra de egoísmo, dado que son otros adultos con sus niños los que terminarán visitando un lugar triste y el cual no va de la mano con ciudades modernas.

Cuidemos nuestra salud, pero también lo otro que puede terminar perjudicando a uno mismo, nuestro entorno, nuestras ciudades, nuestras regiones y nuestro país.

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