Amelia Carvallo
Cristián Heyne es el productor de músicos y grupos tan disímiles como Luis Jara y Electrodomésticos, Pánico y Daniel Guerrero, pasando por nombres establecidos como Gepe, Javiera Mena, Nicole y Pedropiedra. Su firma respaldó la trayectoria de apuestas pop como Supernova, Stereo 3 y Glup!, y hoy trabaja codo a codo con nuevas propuestas como la de Fármacos y el dueto Marineros.
Este otoño de 2020, Heyne vuelve con Shogún, su proyecto musical de principios de los noventa que revive cada tanto. Esta vez ha vuelto con "Primavera", el primer single de su futuro trabajo. A este dulce corte le siguió hace poco "Pai de limón", un single en clave más íntima.
Heyne cuenta que el tiempo de cuarentena lo ha vivido con cierto grado de incertidumbre, como todos. "Tuve la suerte de montar un pequeño estudio en mi casa. Y he seguido trabajando algunos proyectos, produciendo por Zoom. Mi hija y su chihuahua también han pasado días acá", dice.
-¿Has tenido ganas de hacer música?
-Tenía varias cosas para avanzar, entre ellas lo de Shogún y también lo de Tormenta. Y he tenido espacios para hacerlo, cosa que en el común del tiempo no ocurre.
-¿Qué has estado escuchando?
-Frank Ocean, The Isley Brothers y el álbum "No pussy footing" de Robert Fripp y Brian Eno.
Nuevo disco
Heyne recuerda que desde 2015 ha estado trabajando en estas nuevas canciones y fija a esa fecha como el inicio de tener más tiempo para él. "Ese año empecé a pasar menos tiempo dentro del estudio, que fue un lugar en el que estuve mucho por bastantes años. Coincidieron muchas cosas. Viajes. Proyectos nuevos. Mi hija se fue a vivir a mi casa. Empecé a componer bastante. Hice un proyecto nuevo, el dueto Tormenta junto a Begoña Ortúzar. Incluso en un momento decidí parar por un año. Ahí empecé a tener ganas de ordenar también mis discos antiguos de Shogún, que siempre había pensado que estaban bien así: hechos, guardados y olvidados. Entonces fue que los publiqué de nuevo y eso me dejó en una posición en que pude plantearme trabajar algo nuevo de Shogún, pero con calma. Siempre he mantenido un espacio para componer mi música. Pero después de 2015 reconozco que empezó a ser más fácil componer cosas nuevas".
-¿Qué carácter tienen estas nuevas composiciones?
-No lo he analizado. Para mí, sentarme a hacer música funciona igual que siempre. Pero obviamente no es igual que siempre. Parece que esa es la gracia.
-¿Qué atmósferas musicales has estado explorando?
-Creo que siempre prefiero trabajar con pocas cosas, pocas pistas. No lo logro siempre, porque es muy tentador y fácil agregar elementos. De hecho es probablemente un fome vicio.
Los singles
El nuevo disco contendrá diez canciones, saldrá por sello Demony y contará solo con la colaboración de José Miguel Miranda, músico que ha hecho una carrera junto a José Miguel Tobar en el cine.
En "Primavera" suena una segunda voz a la de Heyne, más femenina, pero se trata de él mismo cantando alto y en autotune. "Primavera es una canción que hice el 2016 y que de hecho tocamos en vivo para un concierto pequeñito que dimos como Shogún con Jorge Santis en Santiago. Me agrada explorar el ruido como recubrimiento para armonías dulces. Hay algo que siempre me ha parecido muy lindo en eso".
Sobre "Pai de limón", cuenta que la sesión original de esa canción la perdió y que solo quedó una mezcla en estéreo, que es la que finalmente usó. "No sé de cuando es, de hecho. Siempre quise usarla, me gustaba la armonía y la atmósfera. Pero también siempre que la escuchaba sentía que necesitaba algo encima. Pensé que podía pedirle a alguien una melodía, o una letra. No tenía muy claro a quién. Pasaron años. Hasta que una tarde la terminé a fines del año pasado".
-¿Qué sintetizadores has estado usando?
-Hoy solo uso VST (Virtual Studio Technology, una interfaz que conecta a sintetizadores con softwares de edición de audio). Hay muchos, cada día más. También hay bancos de sonidos con cientos de miles de samplers que la gente sube. Los puedes comprar, te puedes suscribir o los puedes piratear si no puedes pagar. Puedes sacar sonidos de YouTube y modificarlos. Eso uso y quizás es otro de los cambios de estos años: decidí prescindir para mi trabajo de cualquier cosa que no quepa en mi bolso. Nunca he creído mucho en que el formato defina la calidad de nada. Es verdad, un piano real no suena como un piano de un sampler, pero de ahí a creer en el valor mágico de esas diferencias, no sé. Menos aún si no tienes plata o tiempo para usar un piano o un sintetizador o una batería de verdad. Si se puede, bacán. Si no, también.
1993 es el año en que irrumpe Shogún, la banda de rock experimental de Cristián Heyne.