Respeto
En el marco de la pandemia actual, hemos visto con asombro como un número considerable de ciudadanos han optado, irresponsablemente, por alejarse de las ciudades donde residen y se han trasladado a áreas naturales o zonas costeras, pensando que estos lugares disminuirían sus posibilidades de contagio. Precisamente, esto último, fue lo que ocurrió en Rapa Nui, lugar donde pasó justamente lo que no tenía que pasar. Una comunidad aislada naturalmente, cuyos medios de arribo son escasos y controlados y su sistema de salud muy precario, pero que, sin embargo, muestra su primera persona contagiada y un desenlace incierto. En este sentido, el llamado del ecoturismo, es distinto al de costumbre, cuyo enfoque siempre es instar a disfrutar de las áreas naturales que posee nuestro país en todo su territorio como montañas, parques nacionales, playa escondidas, etc.
Pablo Rebolledo Dujisin, director Carrera Administración en Ecoturismo Universidad Andrés Bello
Ejercicio
El COVID-19 he generado que la familia chilena se quede en sus casas con el fin de disminuir el contagio, pero esto conlleva a una serie de cambios en la vida familiar, convivir con el trabajo, el colegio y la casa en el mismo lugar aumenta los niveles de estrés en las personas, muchas creen que están trabajando más que nunca.
Es por esto por lo que, a través de las redes sociales, se han propuesto miles de alternativas para realizar ejercicio en casa, para lo cual muchas personas dejan un tiempo a lo menos de 30 minutos para realizar.
Mi pregunta es: ¿Qué pasará cuando nuestras vidas vuelvan a la rutina normal?, donde llegamos "cansados" de nuestros trabajos, donde la excusa siempre será "no tengo tiempo", créanme que esta es la oportunidad para que podamos generar un hábito en las familias, en los padres y en los niños, ya que verán a sus padres realizando rutinas de ejercicios.
Patricio Arroyo Jofre, director de Escuela de Pedagogía en Educación Física Universidad San Sebastian
Teletrabajo
Señor director: La reciente promulgación de la ley que regula el teletrabajo y el trabajo a distancia en Chile- iniciativa impulsada por el gobierno actual- constituye un gran avance en materia laboral, sobre todo en estos tiempos en que las revueltas sociales y el coronavirus han impulsado a muchas organizaciones a poner en práctica dichas modalidades de trabajo.
El texto establece, entre otras materias, que el trabajador y su empleador podrán pactar, al inicio o durante la vigencia de la relación laboral, en el contrato de trabajo o en documento anexo al mismo, la modalidad de trabajo a distancia o teletrabajo, lo que no podrá significar de ninguna manera un menoscabo a sus derechos individuales y laborales. Un ejemplo de ello es que incorpora el derecho a la desconexión, es decir, que los colaboradores estén desconectados de sus trabajos 12 horas de las 24. Además, y para que lo anterior pueda llevarse a cabo, el proyecto dispone que la empresa deberá proveer los elementos necesarios para la realización del trabajo en el lugar acordado.
Sin lugar a dudas, aun cuando de seguro habrá muchos detalles por ajustar todavía, con este importante y oportuno paso estamos avanzando como país y sociedad hacia un mundo laboral más moderno, tecnológico, flexible, inclusivo y sustentable en el tiempo.
Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores
Ley de Inclusión Laboral
A dos años de la puesta en marcha de la ley 20.015, podemos decir que ha sido la mejor política pública en temas de inclusión laboral para los casi 3 millones de Personas con Discapacidad (PcD) que existen en Chile, pese a esto, como fundación creemos que aún persisten algunas zonas grises y demandas no resueltas. Esta Ley habla de cuotas que en la práctica se llevan a cabo, pero deja de lado lo más importante, el explicar y solicitar que se realice la contratación en igualdad de oportunidades y condiciones para las PcD. Desde la mirada de nuestro modelo de Responsabilidad Social Inclusiva (RSI), para crear espacios de inclusión efectivos y sostenibles en el tiempo, se necesitan procesos de intermediación laboral o modelos de empleo con apoyo, que garanticen los derechos de las PcD, algo que en Chile no es exigido por esta Ley, a diferencia de muchos otros países.
El llamado es a que se fomente el empoderamiento para PcD y entornos cercanos, que se creen apoyos para disminuir la brecha en educación, que la implementación de la Ley considere la equidad de género, que se modifique la errada tipificación de sus multas, y lo más importe que como sociedad generemos conciencia para romper mitos y estereotipos sobre la discapacidad, y solo así, podremos desde todos los sectores, cumplir también con la Ley 21.422, que otorga igualdad de oportunidades e inclusión social de PcD.
Maria José Escudero, directora Ejecutiva y Co-fundadora de Fundación Ronda