10 años | 31 de diciembre de 2009

Prohens, el mejor de 2009

Fue el primero del año en conseguir un gran resultado para la región. Esa actuación en el rally Dakar, doce meses después, le permitió ayer al copiapino Jaime Prohens ser elegido como el "Mejor de los Mejores 2009", premio recibido por su padre en un salón José Joaquín Vallejo al que llegaron los 26 deportistas más destacados del año.

7 años | 31 de diciembre de 2012

Comunas de Atacama iluminarán el cielo esta noche

Hace algunos años los copiapinos se congregaban a los pies del cerro Capi para apreciar el único evento pirotécnico que daba la bienvenida al año nuevo. Con el paso del tiempo se agregaron nuevos puntos de lanzamiento entre ellos en El Palomar, Paipote, Cerro La Cruz y dos años más tarde San Pedro. Este año será también en cercanías de Toledo.

5 años | 31 de diciembre de 2014

Molina se transforma en la primera baja del gobierno

A sólo horas de que se desatara la polémica por sus declaraciones en las que aseguró que en "todas las clínicas cuicas" se realizaban abortos, la ministra de Salud, Helia Molina, debió presentar su renuncia ante la Presidenta Michelle Bachelet, la que fue aceptada de inmediato.

Terminamos el año con una sensación de pesadez, para algunos es angustia, para otros temor, agotamiento, frustración. En este contexto, se acaba el 2019, un evento que como en muchas partes del mundo, está asociado al consumo de alcohol. ¿Qué podemos hacer para que beber en estas fiestas no se convierta en una fuente más de problemas?

Un consumo de riesgo implica tomar más de cinco tragos en un breve tiempo, en el caso de los hombres, y más de cuatro, en el de las mujeres. En ambos casos, esa cantidad impide que el organismo pueda ir procesando adecuadamente esta intoxicación. Un trago o unidad de bebida estándar equivale a 14 gramos de alcohol puro, lo que significa, por ejemplo, ingerir una lata de cerveza o una copa de vino. Nuestro organismo demora aproximadamente una hora en procesar ese trago y eliminar el alcohol del sistema.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, un 11,7 % de la población consume alcohol en forma riesgosa, cifra que incluye a mayores de 15 años y, de ese porcentaje, cerca de 260 mil personas padecen algún trastorno producto de la ingesta excesiva, tanto por frecuencia como por cantidad. Este porcentaje equivale a 1 de cada 10 chilenos y está relacionado con la frecuencia del consumo, la cual se da principalmente los fines de semana.

Por eso, la forma de tomar en estas fechas es denominada "consumo de riesgo", ya que implica beber mucho en un período muy corto. En otros países, especialmente europeos, se consume incluso la misma cantidad de alcohol puro promedio al año, pero no se superan los máximos sugeridos por día y se deja un par de días sin beber, tal como sugiere la OMS. En Chile, en cambio, se suele entender el fin de semana como el momento para consumir lo que no se bebió durante toda la semana, conducta que aumenta en una instancia de celebración como las que viviremos mañana. El problema entonces es la cantidad y la velocidad con la que se bebe. Para lo anterior, te proponemos una fórmula muy simple:

Cuenta la cantidad de tragos; toma despacio, recuerda que la velocidad es importante: deja al menos 1 hora entre trago y trago para ayudar al organismo a desintoxicarse; alterna bebidas alcohólicas con no alcohólicas, ojalá agua; aliméntate antes y mientras bebe; no mezcles alcohol con bebidas energéticas; si estás tomando algún medicamento, evita mezclar con alcohol; si alguien no quiere beber, no insista y marque su vaso o copa: Este consejo no es para evitar que se la quiten, sino para que pueda llevar un conteo real de lo que ha bebido.

Iván Muñoz

Pscólogo y director de Asesoría y Servicios Clínicos de Fundación Paréntesis

No hay dudas que el estallido social fue el hecho que marcó el 2019 y que será uno de los que marcará la década y, porqué no, la historia del país. Ad portas de un nuevo año, la tarea hoy es hacernos cargo de lo que está viviendo el país, bajo el parámetro del respeto, la buena fe y lejos de la lógica de la "trinchera", especialmente política, desde donde distintos sectores deben entender que todos tienen cabida y que nadie es dueño de la verdad.

Chile tiene la oportunidad de ser un país más justo y de demostrar su capacidad, para salir adelante tras un complicado 2019. Y lo debe hacer fortaleciendo sus instituciones y teniendo la madurez suficiente para lograr un exitoso proceso que el 26 de abril definirá si los chilenos quieren o no una nueva Constitución.

Se juegan grandes cosas, quizás de las más trascendentales en la vida republicana de las últimas décadas. No es un juego el elaborar una Carta Magna, especialmente cuando parte de una "hoja en blanco" y entre todos la tarea es, en caso que sea la opción ganadora, el construirla de la mejor forma.

Hay que escuchar a la calle, pero también hay que hacer una reflexión profunda y no dejarse llevar por las pasiones, dejando de lado el populismo, que puede ser un arma usada para fines personales, pero que puede dañar gravemente el país.

Hay que quitarle dramatismo a la elaboración de una nueva Carta Magna y, más bien, debe tomarse como un desafío del que Chile debe ser capaz de sacarlo adelante, pero siempre con raciocinio y entendiendo que tiene sus límites.

No puede verse a la Constitución como la mejora de los problemas de salud, pensiones y otros, pero sí protege nuestros derechos, delinea formas del Estado y da protección a los ciudadanos justamente en esas materias.

Hoy con la imagen país golpeada, el plebiscito constituyente puede ser la mejor instancia para revertir esa condición y mostrar al mundo que Chile es capaz formular sólidas bases para las elecciones, de demostrar que el proceso del 26 de abril sea un ejemplo de democracia y, sea cual sea el resultado, respetarlo. Si se diera el "Sí" por la nueva Constitución, será otra instancia más para mostrarle al mundo que es capaz de sacar adelante un tema que pone nerviosos a los países dada sus implicancias y complejidades, pero que los chilenos deben estar a la altura como en otros hechos históricos.