El 2019 ha sido un año de lecciones. Entre otras, aprendimos que la paz, la libertad, y el respeto por la dignidad e individualidad de las personas son valores esenciales de una convivencia social armónica; que el sentido de urgencia y la unidad son principios rectores del actuar en el ámbito público; y que el bienestar y progreso de todos los chilenos se construye con el aporte y esfuerzo del sector público y el mundo privado.

Es un hecho cierto que Chile ha avanzado mucho. En los últimos 30 años, según la CEPAL y el Banco Mundial, Chile redujo la pobreza de un 39% a un 8,6%; la pobreza extrema de un 13% a un 2%; en salud, pasó de invertir un 1,7% del PIB a un 4,9%; en educación, de un 2,3% a un 5,4% del PIB; aumentó el ingreso del 10% más pobre en un 439%; alcanzamos el 99% de cobertura del agua potable urbana, y en el agua potable rural, pasamos del 48% al 94%; y se redujo la desigualdad en el índice GINI de 0,54 a 0,45.

Es evidente que hay desafíos pendientes. Y los desafíos del futuro requieren más participación, un clima de paz y de colaboración sincera. Gracias al Presidente Piñera y a parlamentarios de diversos sectores políticos, Chile inicia una nueva etapa de decisiones. Con un lápiz y un papel elegiremos el futuro de nuestro país. Tendremos dos opciones: perfeccionar nuestra Constitución o buscar una nueva Constitución. La primera busca construir sobre lo hecho, y la segunda, rehacerlo todo.

Nuestro Gobierno ya comenzó la implementación de una nueva agenda social, y fijó tres nuevas prioridades para la próxima etapa. Es evidente que la agenda social no resuelve todos los problemas, pero es un gran avance. El aumento de las pensiones, la estabilización de los precios de los servicios básicos, y los bonos de ayuda son un alivio a muchas familias. Por eso el Presidente Piñera nos convoca a todos a sumarnos a las 3 prioridades que fijó para esta nueva etapa. La reforma a las pensiones, que reafirma que los fondos pertenecen a cada trabajador, y vuelve más solidario el sistema de capitalización individual. La reforma a la salud, para que todos los usuarios de FONASA o ISAPRE tengan un plan básico garantizado, con posibilidad de sumar otros planes. Y finalmente, la construcción de una hoja de ruta que alcance ese horizonte común, que trascienda a nuestro Gobierno, y evite repetir el último escenario que tanto daño hizo a Chile.

Lo peor de la crisis ya pasó. Los chilenos siempre mostramos lo mejor de nosotros en momentos difíciles, y en esta ocasión no será distinto. Además, hay señales positivas del escenario internacional, y son mejores augurios para Chile. Tenemos la convicción de que el 2020 será un año mucho mejor.

Patricio Urquieta

Intendente de Atacama

9 años | 30 de diciembre de 2010

"Barti" llega como DT y gerente

Luego de sellar el acuerdo con Marcelo Barticciotto ayer pasado el mediodía, el presidente del directorio de Deportes Copiapó, FelipeMuñoz, aclaró cuál será la función del ex Audax Italiano."Cuando lo presentemos lo vamos a explicar bien, pero puedo adelantar que viene a dirigir, pero también lo queremos como gerente técnico".

6 años | 30 de diciembre de 2013

El Inacor confirma la desaceleración económica

Una de las principales preocupaciones que dará comienzo al próximo año, será como volver a reactivar la economía regional, sobre todo en el ámbito de la construcción. Desde enero a octubre del 2013 marca un promedio inferior comparado con los años 2011 y 2012. -18,7% es la cifra de permisos de edificación.

5 años | 30 de diciembre de 2014

El 5 de enero abrirá sus puertas Clínica La Candelaria

Con el propósito de cubrir uno de los principales déficit en materia de salud en la Región de Atacama, como lo representa enla actualidad la escasez de médicos, Clínica La Candelaria abrirá sus puertas en Copiapó a contar del lunes 5 de enero del 2015. 37 médicos especialistas trasandinos se encontrarán cruzando - en distintas etapas y periodos - la cordillera de Los Andes.

Un estudio del Observatorio de Opinión Pública de Santo Tomás mostró que las pensiones y la salud lideran las prioridades que, según los encuestados, debería tomar en cuenta el Gobierno en los próximos meses. Coincidentemente ayer La Tercera publicó una entrevista del Presidente Sebastián Piñera, quien adelantó tres anuncios, uno asociado a una "gran reforma al sistema de pensiones" y otro a "una reforma al sistema de salud".

El cruce de prioridades viene a confirmar los grandes temas que siguen en la órbita y que deben tener un tratamiento adecuado.

A pesar de las agendas sociales y antiabusos, entre otras, anunciadas por el Mandatario, la calle, líderes gremiales, políticos, empresariales, entre otros, percibían que, fundamentalmente las AFP, no habían pasado lista en las reestructuraciones.

Se tratará de un trabajo de largo aliento, que va a contrastar con años de mutismo y falta de movilidad para realizar mejoras al sistema, que requiere reglas más claras y definitivamente poner en el tapete temas que parecen sensibles para las administradoras.

Parece incoherente centrar el programa en las comisiones, que pueden ser mejoradas a favor de los usuarios, pero que no van a marcar grandes diferencias en los montos por lo que se hace necesario ahondar, con altura de miras, en ideas que han sido lanzadas desde distintos sectores políticos como un royalty de las utilidades.

El Estado va a tener un gasto fiscal millonario con el alza del pilar solidario y otras propuestas para mejorar las pensiones, mientras que familias seguirán solventando con sus propios recursos a los suyos para que alcancen una vida digna, lo que lleva inevitablemente a que las mismas aseguradoras planteen sus propuestas, aportando desde lo construcción de ideas y no desde una "trinchera" en que predicciones catastróficas sean su argumento.

Pero en esta construcción, no solo debemos remitirnos a la entrada de recursos de los jubilados, sino que a la salida justa de sus fondos, específicamente a los gastos de la vida diaria. Créditos o préstamos en que pueden llegar a pagar el doble o más y tasas de créditos hipotecarios que no sean una pesadilla son fundamentales porque no sirve de nada una mejor pensión, si es que desde otra parte se terminan absorbiendo los montos con altos intereses u otros.

En esto hay que ser claros: no se trata de que las acciones desencadenen un gasto no adecuado de las jubilaciones y el Estado termine subsidiando estos errores. Esto llevaría simplemente a un escenario con consecuencias insospechadas para el país.