Alza en consumo de cocaína: el cambio que está viviendo Atacama
La región lidera las cifras a nivel nacional, pero este mal ranking viene acompañado de antecedentes previos. ¿La región está lejos ya de ser una zona de paso de las drogas? Este año se logró el mayor decomiso de drogas sintéticas en la historia de la zona. Se trata de Tucsi, que puede ser mezclada con cocaína y que no se había visto en la ciudad. La región suma antecedentes ante un flagelo terrible.
El alza del consumo de cocaína en la Región de Atacama que llegó al 2,1 %, según el Senda, y dejó a la zona como líder a nivel nacional, no debe ser tomado como un hecho aislado, sino que más amplio basado en otros antecedentes, que podían hacer previsible una estadística de este tipo. El aumento de los decomisos en el último tiempo de la PDI y el incremento de operativos por parte de personal especializado de Carabineros en poblaciones copiapinas, han ido sembrando la natural duda si la región pasó de ser una zona "de paso" a una de estancia de sustancias ilícitas, donde la droga cada vez está más presente en los hogares atacameños. Un dato no menor es que encuestas anteriores al estallido social indican que la droga ha escalado dentro de las problemáticas más comunes, al nivel del desempleo y el recurso hídrico, por ejemplo, logrando que Atacama ya no mire con distancia lo que ocurría en regiones más al norte donde el tema hace años es mucho más patente.
La alerta suma otros datos. En agosto de este año la PDI logró el mayor decomiso de drogas de sintesis en la historia de la capital regional, al sacar de circulación éxtasis en un operativo realizado en la población El Palomar. Se trata de Tusi, que es originaria de Colombia y que, según el jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado Copiapó, comisario Patricio Méndez "se mezcla en ocasiones con cocaína u otras sustancias, no se había visto en la ciudad, así que es una alerta".
Los antecedentes suman, mientras estos flagelos han ido ganando terreno por razones que son desconocidas, lo que hace reflexionar acerca si estamos ante situaciones que no han sido abordadas bajo los parámetros adecuados.
Las adicciones tienen muchas causas, pero pueden exacerbarse con crisis sociales y catástrofes naturales. Habría que ver lo que sucede con el consumo de drogas como la cocaína, la marihuana e incluso el uso de tabaco tras el estallido social, dado que el problema se extiende a la reincidencia.
Los antecedentes invitan a ir cambiando la percepción y trabajo en una región, que ya no puede decir que es la misma en cuanto a estos flagelos.