¡Que se vayan todos!
Patricio Urquieta , Intendente de Atacama, Rodrigo Rojas, Rector Santo Tomás Copiapó
En diciembre de 2001 en una Argentina sumida en una profunda crisis surgió espontáneamente este lema que "expresaba la crisis de representatividad y el desencanto completo de la población respecto de sus dirigentes" …
¿Encuentra usted alguna similitud con nuestra situación actual?
Ha transcurrido prácticamente un mes y medio del inicio del denominado "estallido social" y nuestro país aún no encuentra la forma que le permita trazar una hoja de ruta mínimamente compartida para abordar los tres grandes ejes que aparecen en todos los análisis como imprescindibles para buscar una salida institucional a esta crisis:
1, Una agenda social contundente que debe incluir como base el aumento de las pensiones, el aumento del salario mínimo, la mejora en el acceso a las prestaciones de salud, la disminución del precio de los medicamentos y la condonación del CAE. Hasta ahora no se aprecia una visión integral en la materia, solo anuncios parciales que inmediatamente son considerados insuficientes, todo en un marco de una pugna entre los llamados a cuidar los equilibrios fiscales y los reclamos de aumentar el gasto público.
2.- El cambio de la constitución, ámbito en el que se logró un acuerdo transversal en el parlamento que generó una luz de esperanza de poder encontrar un cauce institucional pero que se ido desdibujando por las sospechas que genera la negociación de la denominada mesa técnica y las declaraciones de algunos dirigentes.
3.- La recuperación de la seguridad y del orden público, demandado por una significativa parte de la población que observa con estupor el recorrido de destrucción de propiedad pública y privada, los saqueos a grandes, medianas y pequeñas empresas y una estela de incendios, lo que se ha convertido en el icono de las manifestaciones, desvirtuando el sentido de estas y constituyéndose en una "nueva" forma de abuso instalada por sectores que no desean cambios sino el caos y el desorden.
La profunda necesidad de articular transformaciones en el pacto social, se ve condicionado por la falta de confianza en los actores institucionales, a los que se les observa en posiciones dogmáticas o contradictorias que conspiran contra la posibilidad de llegar a los acuerdos que el país requiere.
Entonces, ¡Que se vayan todos! Que se vayan ahora mismo. A trabajar por Chile, por su gente, a construir sin descanso los acuerdos que necesitamos en lo social, lo económico, lo político, en seguridad y en orden. El país se los exige.
Vayan todos: gobierno, mesa de unidad social, partidos políticos, parlamentarios, instituciones.
Que no quede ni uno solo.
Un acuerdo por la paz
La democracia tiene la obligación de defenderse de la violencia, con las herramientas que le brinda el Estado de Derecho. Hoy, frente a los hechos por todos conocidos, los demócratas debemos unir nuestras fuerzas para consolidar la paz y combatir la violencia.
Los Carabineros y la Policía de Investigaciones tienen - por mandato constitucional - la función principal de resguardar el orden público y la seguridad ciudadana. Para cumplirla, tienen derecho a usar la fuerza, y requieren el pleno respaldo de las autoridades y de la ciudadanía. Su debilitamiento sólo favorece a la delincuencia. Por estas razones nuestro Gobierno reconoce y apoya la difícil labor que cumplen, y pedimos el compromiso de todas las demás instituciones que conforman el sistema de seguridad, tales como los fiscales, los jueces, el gobierno, el congreso y la ciudadanía, para lograr con urgencia un gran Acuerdo por la Paz y contra la violencia. Pedimos con respeto y encarecidamente al Congreso enriquecer y apurar la aprobación de los siguientes Proyectos de Ley: 1. El que moderniza Carabineros. 2. El que fortalece Sistema Nacional de Inteligencia. 3. El Estatuto de Protección de las Policías. 4. La ley anti encapuchados. 5. La ley Antisaqueos. 6. La ley Antibarricadas.
Con el reintegro del personal recientemente retirado y el anticipo del egreso de las nuevas generaciones de las Escuelas de Oficiales y Suboficiales de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, en los próximos 60 días aumentará en 4.354 el número de Carabineros y Policías protegiendo la paz y la seguridad de nuestros ciudadanos.
A partir de esta semana, Carabineros recibirá la asesoría profesional de las Policías de Inglaterra, Francia y España, para mejorar su capacidad operativa de control del orden público y de resguardo de la seguridad ciudadana. En pocos días, nuestro Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley que permita a las Fuerzas armadas - sin necesidad de decretar Estados de Emergencia Constitucional, o de restringir las libertades y derechos de los ciudadano ¬- colaborar en la protección de la infraestructura critica, incluyendo servicios públicos esenciales e infraestructura policial, cuyo funcionamiento eficaz es vital para la seguridad y calidad de vida de todos los chilenos. Esta colaboración liberará un significativo número de Carabineros, para que vigilen y patrullen nuestras calles, plazas y lugares públicos, protegiendo el orden público y la seguridad de nuestros ciudadanos.
Tal como ocurrió frente a otros desafíos que parecían imposibles y que Chile superó, el Presidente Piñera convoca a todos los chilenos a un acuerdo por la paz y contra la violencia que comprometa la voluntad de todos los que creen en la democracia, las instituciones y el Estado de Derecho.