Las fake news que rodean el TPP11
La difusión de información a través del uso de plataformas digitales y redes sociales no necesariamente es sinónimo de veracidad o rigurosidad a la hora de informar. El caso del TPP11, el acuerdo que -según dicen las redes sociales- impedirá hacer reformas al sistema de pensiones en Chile, que afectará la soberanía del Estado, que generará un aumento del precio de los medicamentos, que hará que perdamos nuestro patrimonio vegetal de semillas autóctonas, y que limitará nuestro acceso a Internet, entre otros temas, evidencia ese fenómeno.
Diversos grupos contra el libre comercio han manifestado sus reparos al TPP11, pero finalmente ellos deben justificar este rechazo a la luz del texto del acuerdo. Es sobre esa base que aseguramos que dichos argumentos no tienen asidero.
Uno de los principales argumentos contra el TPP11 es el relacionado con nuestra soberanía. Desde su preámbulo y a lo largo del Capítulo 9 en materia de inversiones, incluido su sistema de solución de controversias, el acuerdo reconoce de manera expresa la flexibilidad de las partes para establecer prioridades legislativas y regulatorias, salvaguardar el bienestar público, y proteger objetivos legítimos de bienestar público, tales como la salud pública, la seguridad, el medio ambiente y la conservación de los recursos. Estas normas preservan la función regulatoria del Estado y limitan las demandas que inversionistas extranjeros presenten en contra del Estado.
Sobre patentes y precio de los medicamentos, el TPP11 mantiene los plazos de protección de las patentes farmacéuticas establecidos en la legislación vigente. Además, el acuerdo establece claramente que el capítulo de propiedad intelectual no impide ni impedirá adoptar medidas para proteger la salud pública.
Sobre acceso a la información, el TPP11 preserva todas las facultades regulatorias del Estado en materia protección de la información y de usuarios de internet. No existe ninguna disposición que pueda afectar el derecho a la libertad de expresión.
Sobre el resguardo de las semillas, el TPP11 en su artículo 18.7 busca que Chile ratifique el convenio UPOV91, el cual no privatiza las variedades existentes, sino que otorga derechos a las variedades nuevas y distintas y protege las variedades tradicionales. UPOV91 ya fue aprobado por el Congreso en 2011. Para ser implementado, se requiere una nueva Ley de Obtentores Vegetales, la cual necesariamente deberá considerar excepciones para favorecer a nuestros pequeños agricultores y pueblos originarios.
Sobre derechos laborales, garantiza la protección de derechos fundamentales establecidos por la OIT: libertad de asociación, derecho de negociar colectivamente, eliminación de toda forma de trabajo forzado, la eliminación del trabajo infantil, la eliminación de la discriminación en el empleo. Incluye normas que protegen los derechos laborales y resguarda la ley laboral chilena y sus futuras mejoras.
También se ha cuestionado el Sistema de Solución de Controversias. Es importante aclarar que se mantiene el mismo que tiene Chile en otros tratados, y no existe prohibición alguna para que los inversionistas extranjeros recurran a tribunales nacionales, y no "se sacan de Chile" dichos conflictos.