Esperando justicia
Frei, según el fallo, había estado sometido a estrecha vigilancia desde antes del 11 de septiembre de 1973.
La falta de confesiones y pruebas concretas, ha sido la crítica principal al fallo del juez Alejandro Madrid en el caso de la muerte de Eduardo Frei Montalva. Se han insinuado razones políticas en contra del juez y la Justicia deberá pronunciarse en nuevas instancias.
La familia del ex mandatario y su partido político ya emprendieron el camino de las apelaciones.
El juez Madrid, en un fallo de más de 800 páginas, emitió seis condenas, la principal de las cuales es categórica: "Los antecedentes… resultan ser suficientes para tener por demostrada la participación del acusado Patricio Silva Garín, en calidad de autor, del delito de homicidio del ex mandatario". En consecuencia, se le condena "a las penas de diez años de presidio mayor en su grado mínimo… por su responsabilidad como autor del delito de homicidio… en la persona de Eduardo Frei Montalva, delito cometido el 22 de enero de 1982".
Frei, según el fallo, había estado sometido a estrecha vigilancia desde antes del 11 de septiembre de 1973. Su ex chofer, Luis Becerra, reconoció "su participación como informante de los organismos represivos". Tras su público rechazo al plebiscito de 1980, el cerco se fue estrechando.
Cuando decidió operarse en 1981, su familia le recomendó que lo hiciera fuera de Chile. No quiso. El 18 de noviembre lo operó el cirujano Augusto Larraín. Al parecer no hubo problemas. Pero el 8 de diciembre se realizó una segunda operación, esta vez a cargo del doctor Patricio Silva. Hasta hoy no hay claridad si era necesaria o no. El paciente empeoró rápidamente, y la única explicación posible es que haya estado siendo envenenado lentamente, vía endovenosa.
"Una sustancia química evidentemente colaboró a la situación", indicó el juez Madrid en una entrevista concedida al portal web del Poder Judicial. Sin embargo, en su fallo no pudo acreditar el "asesinato u homicidio calificado, utilizando veneno o una premeditación".
El calvario de la familia no ha terminado. Carmen Frei lo planteó en su libro "Magnicidio": "Si queremos construir una convivencia basada en el respeto, vivir en paz y desarrollarnos como nación, tenemos el deber de mirar de frente nuestro pasado para honrar la memoria de las víctimas y dejar atrás una historia de dolor y sufrimiento".
Abraham Santibáñez
Premio Nacional de Periodismo 2015