"Tenemos un déficit en los registros, no conocemos la magnitud del problema"
Un nuevo mensaje entra en el celular del doctor Pablo Urtubia: "Hace una semana un paciente le tiró un computador en la cabeza a un médico y tuvieron que ponerle puntos en la frente", dijo el presidente de los Médicos Generales de Zona en Atacama. Por WhatsApp es la forma en que constatan las agresiones que reciben los profesionales de parte de pacientes y hasta la fecha no hay un sistema de medición que permita abordar de manera efectiva la problemática.
Una de las aristas de esta situación, comentó Urtubia, es que no todas las personas son capaces de detectar todos los tipos de agresión -micro agresión, micro violencia, agresiones verbales-. "Por otro lado, las personas que sí la reconocen, un gran porcentaje de personas dice: 'chao, viejo pesado. No lo atiendo más'. En el fondo esa es la forma de las personas para lidiar contra esto", dijo el representante, quien agregó que "eso no me genera estadísticas, ni ninguna forma útil de enfrentar el caso".
¿Cuál es la consecuencia de no reportar?
-Tenemos un déficit en los registros, no conocemos la magnitud del problema. Sabemos por reportes que hay una alta agresión, pero no existe un instrumento, ni un número que yo te pueda mostrar y que en algún momento podrían servir para medir la eficacia de las intervenciones.
¿Qué tipo de intervenciones?
-Poner botón de pánico, Carabineros, lo que sea, pero después de eso, con este número yo puedo empezar a ver los progresos. Por lo tanto hoy día estamos tan en pañales en el tema de la agresión, que en realidad no tenemos estadísticas para demostrar la magnitud del problema.
¿Y a quién se puede recurrir en caso de agresión?
-Eso hemos conversado en las mesas, solicitar por ejemplo un apoyo coercitivo, como un guardia de seguridad o Carabineros, que es lo que siempre se intenta pedir, lo cual es imposible.
¿Por qué?
-Carabineros no tiene la dotación para hacerlo y eso es algo que tenemos que entender. Por lo tanto se está intentando solucionar el tema por otro lado, por guardias de seguridad y ahí también hay un tema, ¿a qué nivel pueden actuar los guardias? Van a tener una luma, solo presencia o van a tener un arma de fuego o un botón de pánico o cámaras de seguridad. El recurso físico que se necesita para enfrentar el problema es algo que no está determinado a nivel central, cada institución lo gestiona de acuerdo a los recursos que tiene.
Realidad
El doctor Pablo Urtubia menciona el caso de la médico de Chañaral, que fue detenida tras negarse a enviar a una menor del Sename al Hospital Regional de Copiapó. "Es un caso delicado en el que hubo participación de personas del equipo de salud, también como del área jurídica, entonces es un caso que hoy en día es delicado conversarlo", dijo Urtubia.
A final de enero, el Colegio Médico de Atacama, junto a el gremio de los Médicos Generales de Zona se reunieron con el Servicio de Salud de la región para conformar una mesa de seguridad. Instancia que se ha repetido en distintos niveles de los diferentes estamentos que existen.
¿Cuál es la realidad de Atacama?
-En Chañaral en particular tuvimos el año pasado un boom de violencia hacia el personal de salud. Estuvo complicado, porque se tuvo que hacer una intervención nacional. Vino el gremio nacional, las autoridades del Servicio de Salud de Atacama fueron 15 o 20 veces. Tuvieron que articular mesas para solucionar este problema con otros actores de la comunidad. Es un tema que desbordó nuestra resolutividad como red. En el fondo -esto es algo bien personal- yo creo que en Chañaral se pudo prevenir el problema.
¿Hubo armas involucradas?
-No. El objetivo de todo esto es anticiparse al arme y hacer una intervención. Pro ejemplo en Chañaral, si nosotros hubieramos -esto es algo que yo creo- tenido ese instrumento, hubiéramos podido detectar un aumento en los casos de violencia y agresiones.
¿Cómo afecta esto a un médico?
-Esto afecta a toda la atención sanitaria. Y en ese sentido comienza afectando al médico en su estado de ánimo. Hay un síndrome que se conoce como Burn Out, presente en el 80% de los médicos, que es una especie de hastío. Uno sale -de la universidad- con la idea de cambiar el mundo y te encuentras con una realidad de agresiones, falta de recursos, etc. Eso produce que en un corto tiempo pierdan el ideal.
¿Qué falta en el debate?
-Yo como lo veo en este momento es algo que se está constituyendo, se le ha dado urgencia, pero estos temas que son tan macros, que son lentos. Yo creo que todavía estamos en la fase de diagnóstico. Creo que en el fondo ni siquiera estamos en el plano de decir qué es lo que falta. Porque la única estadística de agresiones que existe a nivel nacional es una encuesta que hizo el general de zona -agrupación de cerca de 3 mil médicos- y esa encuesta habla que el 76% de los médicos ha sufrido agresiones en sus puestos de trabajo, si vamos a investigar otros estamentos, probablemente sea más.
¿Has sido víctima de agresiones?
-Sí, agresiones físicas. Yo hice una denuncia, el paciente fue localizado y el caso fue cerrado por falta de mérito.
"Yo hice una denuncia, el paciente fue localizado y el caso fue cerrado por falta de mérito""
de los médicos general han sufrido agresiones en sus trabajos. 76%