Papa pide a la Iglesia mexicana asumir un rol más activo contra el narcotráfico
MENSAJE. En la primera de sus actividades de su visita a México, el Pontífice asimismo hizo un llamado a los líderes del país a garantizar la seguridad y acceso a una justicia "real" a los ciudadanos.
Tras su llegada el viernes, el Papa Francisco encabezó ayer sus primeras actividades oficiales en su visita a México. Una reunión con el Presidente de ese país, Enrique Peña Nieto, otra con los obispos y una misa multitudinaria, fueron parte de sus actos oficiales.
En la mañana llegó al Palacio Nacional de la capital mexicana para la ceremonia de recepción en la que es su primera visita al país, donde fue recibido por el Presidente y su esposa Angélica Rivera. Con él sostuvo una reunión en privado, antes de dar su primer discurso de la visita que se extenderá hasta el miércoles.
Tras la cita, en la que también participaron gobernadores de los distintos estados de México, líderes políticos y legisladores, Peña Nieto destacó que coincide en los puntos de vista con el Pontífice y aseveró que "las causas del Papa son también las causas de México", agregando que su visita es el "reflejo de la buena relación entre México y la Santa Sede".
Por su parte, el Papa Francisco hizo un llamado a no escoger el camino del privilegio. "La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo", dijo tras la reunión.
El Papa interpeló a los líderes mexicanos, a quienes llamó a garantizar la seguridad y acceso a una justicia "real" a los ciudadanos. Asimismo dijo que a ellos "les corresponde dar las oportunidades a la gente para desarrollarse y satisfacer sus necesidades como vivienda, trabajo digno y justicia real". "Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejores - siempre necesarios-, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno", agregó.
Mensaje a los obispos
Posteriormente se desplazó hasta la Catedral Metropolitana de Ciudad de México para reunirse con los obispos. En esa instancia hizo un llamado a los representantes de la Iglesia a asumir un papel más activo frente a la amenaza que representa el narcotráfico y acercarse más a los mexicanos para ayudarlos a enfrentar problemas como la violencia.
"Les ruego no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la iglesia", dijo.
El Pontífice subrayó que los pastores no pueden asumir sólo "condenas enérgicas" frente a la gravedad del fenómeno, que en la última década ha costado 100 mil víctimas y más de 26 mil desaparecidos.
Por eso, les pidió "coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral" para contribuir a crear una "delicada red humana, sin la cual todos seríamos desde el inicio derrotados por tal insidiosa amenaza". Y enfatizó que hay que comenzar "por las familias; acercándonos y abrazando la periferia humana y existencial de los territorios desolados de nuestras ciudades".
Durante la tarde de ayer estaba previsto que el Papa encabezara la primera misa multitudinaria de su visita, en la Basílica de Santa María de Guadalupe, hasta donde se esperaba que llegaran cientos de miles de feligreses, además de autoridades políticas y religiosas. Estaba previsto que la ceremonia se extendiera por tres horas.
Según la tradición católica en el lugar donde se encuentra la Basílica, en el cerro de Tepeyac, la Virgen de Guadalupe se apareció al indígena Juan Diego hace casi 500 años.