El drama de llegar a viejo
Llega a viejo, para muchos es una bendición, sin embargo, para la gran mayoría, es un drama.
Los chilenos, tenemos grandes virtudes, pero también, muchos defectos y uno de ellos es, la falta de conciencia social para con el adulto mayor o "viejo" como se le llama muchas veces, en forma despectiva.
Organizaciones sociales particulares y otras dependientes del gobierno, han tomado caretas en el asunto y se nota su preocupación, en dar al adulto mayor, la importancia que tiene y el lugar que se merece. En todo caso, esta situación va más allá. Es un problema de fondo y que nace en el núcleo familiar. La familia, es la base desde donde debe partir la preocupación y el reconocimiento de lo importante que es un adulto mayor, tanto por lo que ha dado, como por lo que aún, puede aportar.
Nuestra preocupación, no debe medirse por bueno o malo de su vida, sino en entregarle en los pocos años de existencia que le quedan, la satisfacción de ser perdonado, amado y respetado.
Las casas de reposo o asilos de ancianos, no deberían existir, pues lo ideal sería que su última morada, fuera su propio hogar y rodeado de sus seres queridos.
El adulto mayor, es como un niño. Es sensible y vulnerable. Necesita amor-cariño-comprensión y compañía. No es un objeto, no se puede dejar de lado e ignorar. El demostrar que sentimos lástima o pena por él, no ayuda en nada, al contrario, se le produce un sentimiento de frustración que en un corto plazo, va deteriorando su estado de ánimo y los deseos de seguir viviendo.
El adulto mayor, es reflejo de nuestras vidas.
Jorge Valenzuela Araya
Opiniones
Todos tenemos derecho a opinar sobre La Haya, pero más apropiado sería que solo se expresaran los que conocen del tema. Una buena cantidad de chilenos habla puras leseras, que van a terminar perjudicándonos como país.
Pedro P. Molina
Tabaco: Chile se hace humo
Señor director:
Empresarios y trabajadores temen grandes pérdidas y por la continuidad de su fuente laboral respectivamente, todo asociado al cultivo del tabaco en el medio nacional, ante la aprobación de nuevas restricciones para la fabricación de cigarrillos y para los fumadores en lugares públicos…
-La investigación científica y los testimonios de fumadores de siempre han dado pruebas irrefutables del daño irreversible que produce el tabaco, sus onerosos gastos en salud, etc., sin dudas el que varios comerciantes prioricen sus bolsillos ante los intentos de sacar a miles de chilenos de este funesto vicio y lo más importante evitar daños al fumador pasivo, es digno de estudio.
El negocio del tabaco es muy rentable, para las tabacaleras y sus líneas de distribución, los que han destinado muchos recursos y lobbies a todo nivel para evitar restricciones, pero las pruebas en su contra son muy convincentes e indefendibles.
Todo inversionista quiere recuperar su inversión y rentar su negocio, pero al costo de poner en serio riesgo la vida de sus propios clientes, familias, claro algunos economistas podrían argüir "señores son las leyes del libre mercado", sin embargo para Chile y los chilenos que no fuman, es un pésimo negocio, que solo trae enfermedades terminales con altos costos para el país y sus entornos, vicios como el tabaco y el alcohol no solo atentan contra la salud del consumidor directo, sino que también arrastran a terceros, basta con recordar, los daños en los fumadores pasivos y los accidentes por el manejo en estado de ebriedad que en el mejor de los casos traen como consecuencias largos y onerosos tratamientos de salud y profundas secuelas…
No han bastado las fotos en las cajetillas, mostrando las secuelas por fumar, son indescriptibles, todo se hace poco, ¿Qué esperan algunos para privilegiar el aire de los chilenos, antes que tener los bolsillos plenos de dinero ahumado con olor fétido a tabaco y los pocos hospitales que tenemos superados por enfermos desahuciados, tal vez les llegó la hora de reinventarse, las nuevas generaciones se los agradecerán?
Luis Enrique Soler Milla
Presupuesto
El vocero de Gobierno manifestó que el presupuesto para 2016 fue elaborado pensando en las familias. Espero que no sea solo para las familias de los diputados, senadores y autoridades.
Claudio E. Valdés Muñoz