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El minero menciona que la labor de Manuel González fue muy importante, porque les dio la esperada noticia de que iban a salir del yacimiento, asegurando que los asesoró, les dio consejos sobre cómo llegar arriba y la forma en cómo debían subir a la cápsula que los llevaría al exterior, para el tan anhelado reencuentro.
"Siempre lo he recordado, es uno de los únicos rescatistas que me acuerdo en realidad, claro que compartimos con los otros rescatistas, pero el que más recuerdo es Manuel, siempre me he acordado de él", finalizó.
Momento del rescate
Su compañero y colega, Mario Sepúlveda, recuerda muy bien el momento del rescate, cuando vio a Manuel descender y llegar a donde se encontraban, mencionando que "cuando él bajó fue sorprendente, después de 70 días sin ver a nadie más que nuestros compañeros. Para mí en lo personal fue especial, porque lo abrazamos, le dimos las gracias, le dimos besos con cariño por supuesto y agradecidos, fue hermoso verlo".
Sepúlveda manifestó que su pensar en torno a las personas que se van de este mundo resulta polémico y que "siempre le doy gracias a Dios cuando una persona se va antes que yo, porque creo que es la manera en que ellos van a descansar, ya que en este mundo lleno de angustia, competencia, codicia y maldad, creo que el mejor regalo que podría existir es quedarse dormido para siempre".
Tristeza
El minero explica que siempre ha pensado igual y es su forma de ser, sin embargo eso no quita que sienta tristeza por la partida de "uno de los grandes que participó en el rescate más exitoso que ha tenido Chile". También, señala que lo recuerda como "un gran líder minero, sobre todo en el área de seguridad, dejó gran legado en la minería para quienes trabajaron cerca de él. También, tuve el honor de conocerlo en el área del deporte y el hombre registraba, era bueno para la pelota".
En ese sentido, manifestó que el contacto y la conexión con Manuel era permanente ya que "cuando uno pertenece a alguna entidad como en el área de seguridad, cercanía a la minería, o al fútbol que es tan lindo, siempre hay noticias de las personas".
Sepúlveda lo recuerda además como una persona muy entusiasta y con una ideología súper clara de trabajar a favor de la seguridad y de funcionar en equipo dentro de la empresa, incluso espera en algún momento de otra vida encontrarse nuevamente.
"Manuelito, lo voy a recordar como mi héroe, como mi súper futbolista y mi superhéroe minero, porque usted siempre trabajó para el bien común de los trabajadores", añadió.
Equipo de rescate
El minero reflexionó sobre la labor del equipo de rescate y explicó que "uno nunca olvida a esa gente, jamás. Ellos nos olvidarán a nosotros, pero porque nosotros fuimos una cosa más de las tantas cosas que ellos han hecho con respecto a su trabajo, pero, uno nunca olvida a esa gente querida. Y bueno, el cáncer es complicado para todos, para cualquier persona, así que mucha pena".
Manuel se desempeñó como jefe de turno de perforación y tronadura en la mina subterránea de división Codelco El Teniente, en la cual estuvo por más de 27 años, empresa que reconoció su labor con un salón en la mina Diablo Regimiento, donde se encuentra una placa conmemorativa que lleva su nombre y da homenaje a su valentía y coraje en el rescate de los 33.
Carrera deportiva
También tuvo una carrera deportiva en el club de fútbol O'Higgins de Rancagua entre los años 1982 y 1985, momento de su vida que resultó relevante para su desempeño como minero, ya que le permitió participar en diversas actividades que requieren una condición física y mental importante.
Posteriormente se radicó en Arica aproximadamente por cinco años y a inicios de los 90, teniendo 26 años, encontró la oportunidad de integrarse a la industria minera, optando por ella y siendo recordado con cariño por sus pares.
1982 a 1985 Manuel también fue futbolista. Vistió los colores de O'Higgins de Rancagua.
27 años fue el tiempo que desempeñó labores en Codelco. Esta empresa reconoció su esfuerzo y trabajo.