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En agosto de 2010 el mundo se encontraba expectante de Chile, sobre todo en la región de Atacama, donde un derrumbe de la Mina San José, propiedad de la empresa San Esteban S.A., dejó atrapados a 33 mineros, a más de 700 metros de profundidad.

Tras semanas de planificación y gestiones sobre el accidente minero, las autoridades recibieron un esperanzador mensaje del interior de la mina: "Estamos bien en el refugio los 33", escrito en un papel recuperado mediante una sonda.

Entre la incertidumbre y los incansables esfuerzos de familiares que exigían continuar la búsqueda, ese momento representó una gran motivación para hacer posible el rescate, el cual se ejecutó el 13 de octubre del mismo año mediante la cápsula Fénix 2.

El primero en descender fue un experimentado minero y rescatista de Codelco, Manuel González Pavez, quién con su llegada al refugio fue un alivio para los mineros atrapados y sus familias, que no perdían la esperanza de reencontrarse con ellos.

Lamentablemente, durante la mañana de ayer, falleció el último hombre en salir de las profundidades de la mina, luego de que él y su equipo de rescate aseguraran el bienestar de todos los colegas que sufrieron este recordado accidente que remeció al mundo entero.

De acuerdo a información preliminar, González se encontraba internado en el Hospital debido a un cáncer.

Omar Reygadas, uno de los mineros rescatados por González, señala que siempre ha recordado a Manuel y que "lo primero que se me viene a la mente fue cuando él llegó al interior de la mina y recuerdo que llegó, nos saludó y nos explicó que teníamos que estar tranquilos, que se iba a iniciar el rescate, así que son recuerdos muy bonitos porque era la puerta ya para salir".

Respecto a la noticia del fallecimiento, Reygadas comentó que "es demasiado lamentable, porque además de que él estuvo en nuestro rescate, después tuvimos la oportunidad de participar en viajes a Disney, compartimos momentos, una buena conversación y él era una persona muy amena, muy respetuosa".

Además, destacó que enterarse de esta noticia "fue sorprendente. Tenía entendido que tenía cáncer, pero nadie espera que una persona que uno recuerda o quiere de cierta manera haya fallecido, entonces una noticia así pega fuerte".