Correo
Exobispo Fernando Ariztía
Señor director:
Don Fernando Ariztía (Q.E.P.D.) fue ordenado sacerdote en 1951 y, el 25 de mayo 1967 es nombrado obispo auxiliar del Cardenal Raúl Silva. El 18 septiembre 1973, le envió una carta al general Pinochet, denunciando la aparición de cadáveres en el Río Mapocho. En octubre 1973, al obispo Ariztía, lo nombran copresidente del Comité Pro Paz, que más tarde dio origen a la Vicaría de la Solidaridad. Año 1974; al entrevistarse con el general Pinochet, entre otros, le mostró fotografía del padre Antonio Llidó (detenido-desaparecido).
El 14 diciembre de 1976, el Papa Pablo VI lo nombró obispo de Copiapó. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de Chile entre 1993 a 1995, y en 1998. En sus últimos años fue obispo asesor de la Pastoral Social de los Temporeros. Por razones de salud, presentó su renuncia al papa Juan Pablo II, la que fue aceptada el 26 de mayo 2001. Del año 2000 a 2003 ejerció en la parroquia El Buen Pastor en Diócesis de Osorno.
Monseñor Fernando Ariztía, gran promotor de los derechos humanos, falleció el 25 noviembre de 2003; sus restos descansan en el mausoleo de la Catedral de Copiapó. En memoria de don Fernando Ariztía, al cumplirse cien años de su natalicio el 27 de mayo 2025.
Derico Cofré
Ante la crisis, el fondo pasa desapercibido
Señor director:
En medio de la crisis política e institucional que atraviesa Chile, muchas noticias de fondo pasan desapercibidas, pese a su enorme valor reflexivo.
La entrevista del 25 de mayo al Ingeniero y experto en políticas públicas Claudio Seebach en el programa Influyentes de CNN Chile, así como la columna "Eliminar, derogar y reemplazar", publicada en El Mercurio el 21 de mayo y firmada por destacados profesionales, contienen una advertencia profunda: mientras el país discute en la superficie, se dejan de lado los cambios estructurales urgentes.
Como bien señalan sus autores, "lo que está en juego es nada menos que el futuro del empleo y la competitividad internacional del país, y eso no se resuelve tratando de curar un cáncer con aspirinas legislativas". Esa imagen no solo es potente, sino también reveladora: si seguimos postergando las reformas por razones ideológicas o por cálculo político, el resultado será más precariedad institucional, económica y social.
Para buena parte de la clase política, mantener a la ciudadanía en la ignorancia técnica y en la confusión institucional resulta funcional. Por eso es clave recuperar la capacidad de pensar más allá del corto plazo, con apertura, evidencia y gobernanza democrática real.
Paula Guerrero Zaro
La humanidad del sector público
Señor director:
¿Qué ideal, qué premisa sale afectada por la noticia de las 25.000 licencias médicas usadas fraudulentamente en el sector público? Una de las respuestas más naturales es la indignación por una clara falta de ética por parte de trabajadores del sector público. También, el contribuyente del sector privado resiente su explotación por el uso ilegítimo de los recursos que le provee con su esfuerzo al Estado.
Sin embargo, hay una idea que no suele ser cuestionada en episodios como estos y debiera serlo. Es parte del sentido común la creencia de que los privados actúan motivados por su interés propio, el cual se suele asumir hostil al interés público; mientras que los "servidores públicos" se asumen motivados por el bien común. Bajo esta creencia, cada vez que algo debe ser mejorado o rectificado en el mundo, se concluye que el Estado debe hacerlo.
El episodio de las licencias debe hacernos cuestionar la premisa de la que surge esta respuesta: la humanidad, con sus luces y sombras, está repartida de manera relativamente igualitaria en el sector público y privado; es la misma especie, el homo sapiens, quien habita en ambas esferas. Esta simple constatación es capaz de inspirar mejores políticas públicas, las cuales con más frecuencia deberían consistir en asignarle menos recursos y facultades a los funcionarios públicos.
Lucas Miranda, Faro UDD
Mujeres en directorios
Señor director:
Con el período de Juntas Ordinarias de Accionistas ya terminado, vemos como algunas compañías del IPSA renovaron sus directorios y este año se quebró una tendencia que venía avanzando desde 2011. En esta oportunidad no aumentaron las mujeres en directorios respecto a períodos anteriores. Es más, este 2025 hubo un retroceso en la presencia femenina en estas instancias, dado que bajó a un 21%, frente al 22,1% del año pasado. Solo una de las diez empresas que renovaron sus mesas directivas incorporaron a una mujer.
Esto no es para alarmarse. Las mujeres están ocupando cada vez más roles de liderazgo en las compañías y en las empresas familiares No obstante, estas últimas no están avanzando tan rápido en términos de igualdad de género. A nivel global, es relevante que las mujeres sean incluidas en las instancias de toma de decisiones, que tengan voz en los espacios de decisión, pero en relación con el fortalecimiento de la presencia femenina en la alta dirección quedan varios desafíos por abordar.
¿Qué pasa con la motivación personal? No sirve de mucho el cuoteo o las políticas públicas, si no está la inspiración, el deseo genuino por ir asumiendo funciones de liderazgo en la alta dirección. Necesitamos ser creativas para encontrar los caminos necesarios para darnos a conocer, para que las empresas y organizaciones vean que las mujeres somos un gran aporte, y que podemos entregar miradas interesantes y generativas.
María Pía Bartolomé, gerente de proyectos de Proteus