En tiempos en que urge el apoyo a las empresas de Atacama, la transformación digital y la diversificación productiva llegan con fuerza a los territorios, iniciativas como Corfo Conecta Atacama hacen una gran diferencia. Este evento, realizado en la Universidad de Atacama, fue una demostración con hechos concretos donde el apoyo y colaboración en la región de Atacama puede unirse para construir soluciones desde el conocimiento, la innovación, la investigación y la diversificación productiva sostenible.

El objetivo de esta iniciativa es muy claro y contundente: fortalecer las capacidades del ecosistema regional, visibilizar oportunidades de financiamiento y acercar las herramientas de apoyo a empresas de la región de Atacama, emprendedores, consultores y representantes del sector público y privado.

Corfo Conecta fue un evento donde se fortaleció el tejido de relaciones estratégicas: conexiones, redes y colaboraciones que permiten a las empresas conocerse, complementarse y avanzar juntos y juntas hacia desafíos comunes y con un solo propósito, potenciar el desarrollo económico de la región de Atacama. En ese sentido, este tipo de eventos cumplen un rol fundamental para identificar problemáticas locales y coordinar esfuerzos multisectoriales para abordarlas.

La participación de la Universidad de Atacama es una alianza clave para avanzar a fortalecer el ecosistema innovador regional. Potenciando los desafíos y oportunidades de la transferencia tecnológica, reconociendo a investigadores que día a día empujan hacia la aplicación de la investigación y conocimiento. Porque sin ciencia ni academia comprometida con la comunidad, no hay innovación sostenible para Atacama.

Atacama tiene el talento, las capacidades y los desafíos. Lo que falta son eventos como este que ayudan a dar más visibilidad a los proyectos con impacto, conociendo las diversas alternativas de financiamiento para los proyectos innovadores. Corfo Conecta Atacama es un paso en la dirección correcta: una región que deja de mirar hacia afuera y comienza a articularse desde dentro, con identidad, con ciencia, y con propósito para nuestra región.

Hace cerca de un año, en el marco de un posible ajuste ministerial, parlamentarios de oposición plantearon que el por entonces subsecretario del Interior Manuel Monsalve era el indicado para ser ministro de esa cartera y así establecer diálogos y allanar caminos para aprobar proyectos.

Su figura causaba cercanía y era visto como un "puente". Se avizoraba un futuro esplendor para él y para la cartera de Gobierno, sin embargo se siguió quedando como subsecretario del Interior. Antes podría haber salido de ese cargo, dado que el Presidente Gabriel Boric lo había designado como ministro secretario general de la Presidencia, pero finalmente polémicas en torno a su reemplazante lo mantuvieron en su cargo. También en algún momento se pretendía sacarlo del Gobierno para ser candidato al Senado.

Las nuevas revelaciones en torno a pericias realizadas a su celular por parte de la PDI simplemente confirman que se puede pasar de santo a demonio en menos de un segundo y que no basta con ser simpático, sino que tener "mínimos comunes" en términos de rectitud cuando se cumple una función de tanta importancia.

Lo dice muy bien el ministro de Seguridad Luis Cordero ayer en una entrevista, donde si bien explica que los datos de celulares son parte del mundo privado, tienen consecuencias dentro de la función pública que se desempeña.

El segundo al mando del ministerio que, entre otras tareas, tiene el deber de perseguir organizaciones que actúan fuera de la ley, se haya acercado a un mundo tan peligroso como el comercio sexual.

Uno de los "cerebros" de la lucha contra el crimen se expuso y esto pudo haber traído consecuencias o trajo consecuencias porque lo que conocemos hoy podría ser la "punta del iceberg" del caso.

Y estamos dejando de lado la denuncia de abuso sexual, porque eso sigue en etapa de investigación. Si los tribunales lo consideran culpable sería nefasto para la institucionalidad en general. Si no lo fuera, también sería culpable de no dar dignidad a su cargo, dadas las características del encuentro que sostuvo con una subalterna. Cuando se habla de función pública a gran escala es bueno recordar, como lo hace Cordero, que la vida social debe ser acorde con la dignidad del cargo porque no es solamente un tema ético, sino que cómo se puede ser mal uso de tanto poder especialmente cuando se trata de acciones contra mujeres...