Este 2025 el Programa Explora cumple 30 años, una política pública que busca desarrollar y fortalecer la cultura científica de la ciudadanía. Con los años Explora evolucionó hacia el trabajo directo con las comunidades educativas del país a través de convocatorias de sus instrumentos de Investigación e Innovación Escolar, el Programa de Indagación para Primeras Edades y otras acciones. Este 2025 Explora Atacama comenzará a trabajar y beneficiar a cerca de 300 participantes en las 9 comunas.

De dicha cifra, queremos relevar el impacto en la educación pública regional, ya que en la convocatoria a IIE los establecimientos seleccionados son, en mayor porcentaje a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) con un 82%, 14 establecimientos de SLEP Atacama y 8 de SLEP Huasco. En PIPE el mayor porcentaje también es de los SLEP con un 63,3% y 4 Jardines Infantiles de Vía Transferencia de Fondos (VTF), ayudando a fortalecer competencias en estudiantes de educación pública.

El éxito también tiene novedades, como la participación, primera vez, del Nivel Sala Cuna, se integrará el Jardín Sobre Ruedas, modalidad no convencional de Fundación Integra, llegando a más sectores de Copiapó. Además, entre IIE y PIPE alcanzaremos a 8 establecimientos apartados; un compromiso que asumimos con la educación rural de nuestra región.

Este año en IIE celebramos contar con el establecimiento perteneciente al Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Copiapó, el Liceo Técnico Profesional Edwin Latorre Rivero, enfatizando la inclusión; un principio Explora.

Estas cifras evidencian que durante el 2025 son más los y las estudiantes de educación pública que tendrán la oportunidad de acercarse a la indagación, la investigación e innovación con enfoque científico, entregándoles herramientas útiles para sus vidas. Agradecemos también a la diversidad de sostenedores de establecimientos públicos por el apoyo a Explora Atacama, jardines, escuelas y liceos, por ayudarnos a promover la curiosidad, exploración científica y la capacidad reflexiva desde la primeras edades, sin discriminación de género y/o social.

Cuando se habla del monseñor Fernando Ariztía Ruiz es inevitable pensar o analizar que su figura marcó un antes y un después en la vida de Copiapó. Reconocido en cada rincón hace décadas, el fallecido obispo emérito de Copiapó es recordado por su valentía en la defensa de Derechos Humanos y hacer carne valores como la solidaridad, la dignidad y el evangelio, lo que se transformó en un legado que ha trascendido hasta hoy y que seguirá trascendiendo.

Ariztía fue parte de aquella Iglesia Católica que tenía una conexión más profunda con la comunidad, como también fue parte de una sociedad colectiva y solidaria, valores que están lejos de ser el sello de la sociedad actual.

Por ende cabe preguntarse ¿qué haría Ariztía hoy? Por cierto si estuviera en vida seguramente lucharía por acercar a las personas a la fe y a la institución de la que fue parte.

A nivel social sin duda hablaría de la pobreza y mostraría su entusiasmo por derrotarla, quizás estaría en los campamentos y abogaría por soluciones habitacionales a los que realmente lo necesitan, defendería a las personas en situación de calle y condenaría la corrupción y los actos de mala fe de las personas, especialmente políticos. Seguramente criticaría a quiénes relativizan las vulneraciones a los Derechos Humanos en dictadura.

Ariztía fue un ejemplo de brindarse por completo al prójimo y de poner la cara sin miedo a las injusticia. Y ahora que estamos en un mes en que reconocemos a héroes de las Glorias Navales, también podríamos decir que es un héroe o una leyenda que va a ser muy difícil de imitar tanto en importancia para la capital regional y la región en general, como también en el arraigo dentro de la comunidad. ¿Cuándo será el día que haya un homenaje como corresponde?