Secciones

  • Portada
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos
  • Contraportada

Un momento histórico suspendido en el tiempo: los dioramas de Zerreitug

TALLADO EN MADERA. Los trabajos de Rodolfo Gutiérrez pueden ser vistos en diferentes lugares de Chile.
E-mail Compartir

Amelia Carvallo

Fin de semana de historia y el trabajo de Rodolfo Gutiérrez Schwerter, un hombre que a sus 81 años lleva más de seis décadas ejerciendo el oficio de tallador en madera de figuras y dioramista, volvió a brillar en distintos lugares de todo el país que abrieron al público con motivo del Día del Patrimonio.

Su seudónimo es Zerreitug, Gutiérrez al revés, y sus detallistas y atractivos trabajos pueden ser vistos en diversos lugares de Chile, desde la Casa Colorada en Santiago pasando por el Museo Galería de la Historia de Concepción, el Museo del Salitre en Iquique, el Museo de la Historia de Penco, en muchísimas estaciones del Metro santiaguino y en el tercer piso de un galpón de la Empresa de Ferrocarriles del Estado de Estación Central, donde él mismo explicaba su labor a los asombrados visitantes.

"Desde niño dibujaba y hacía figuras de distintas cosas. Me gustaba mucho leer Mampato y su manera amena de contar la historia. Empecé a dedicarme al tallado cuando estaba estudiando en el liceo comercial de Valparaíso y puse a la venta mis figuras en la Casa Mori", cuenta.

Su labor es incesante, en 2023 entregó tres dioramas: uno sobre una aldea inca, otro sobre el Niño del Plomo y el último sobre la estación de trenes de San Bernardo en 1900. Cuenta que recién terminó un diorama que representa al sitio arqueológico de Monte Verde, una localidad cerca de Puerto Montt que ha sido catalogado como el asentamiento humano más antiguo de América y que sumó además una escena del puerto de Taltal en la época de oro del salitre y que acaba de poner manos a la obra sobre un diorama que escenifica el camino en diligencia entre Valparaíso y Santiago, un viaje que tomaba trece horas aproximadamente, con una parada en Curacaví.

Sus temas son siempre históricos y se documenta profundamente antes de empezarlos, como miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía antes de abordar un diorama se sumerge en los libros. Todas sus figuras son talladas en madera, principalmente en pino, que elige porque es fácil de pintar y de tallar. El diorama más grande que ha hecho es el que está en la Plaza de Maipú, de tres metros y que recrea la Batalla de Maipú. "Yo siempre me preocupo de que la escena sea totalmente natural, humana; no solamente muestro el hecho importante, sino que también todo lo que complementa la escena", cuenta el artista y señala al diorama que hizo del Mercado de Santiago en 1840, un momento suspendido en el tiempo donde se ve a un niño pelando una naranja mientras su papá vocea la mercadería, más allá, otro niño acaba de caerse con una canasta repleta de huevos y su madre da un grito al cielo.

-¿Cómo incorpora la investigación histórica?

-Mira, por ejemplo, para el diorama de "Pampinos en el caliche" que está en el Museo del Salitre me asesoré con un ingeniero que trabajó en la época del salitre y recorrimos el terreno. Siempre cuando hago un diorama voy al lugar, al terreno, necesito ver el paisaje real, las cosas reales. Allí vi cómo era la extracción del caliche, incluso traje montones de piedras para poder reproducirlas lo más fiel en tonos y texturas.

El humor

En todos los dioramas de Zerreitug hay humor y muchos de sus personajes muestran expresiones y acciones que sacan risas. "El diorama del Puente de Cal y Canto lo hice en 1986 y tiene una escena que a veces pasa desapercibida, pero muestra a un grupo de hombres que están cargando piedras, entonces se van encadenando, los personajes: hay uno grande, otro más pequeño y el fuerte va con una piedrecita chica y el flaquito con una piedra que es imposible que se la pueda. En otro diorama se ve a un hombre arrastrando a un burro, pero el burro no camina y se ve la huella que deja porque no ha dado ni un paso. Acá por ejemplo están arreglando el tejado de la iglesia y viene un maestro lleno de tejas, pero va pisoteando y va rompiendo todas las tejas ya puestas. El humor es una cosa que sucede en todas partes, aunque sea una escena muy seria, siempre hay alguna chacota", reflexiona. "Siempre estoy creando, dibujando, trabajando. No tengo horario, pero parto muy temprano siempre. No espero la inspiración. Si esperara la inspiración estaría en un problema, siempre tengo muchas más cosas como ideas de las que puedo hacer", puntualiza el laborioso Zeirretug.

-¿Cómo es el trabajo con los personajes?

-Los personajes se hacen de uno por uno, no es cosa que yo haga diez figuras y después las distribuya, sino que se hacen las personas para la actividad que se está desarrollando en la escena. A él, por ejemplo, se le rompió un zapato; este otro de acá está con un chuzo moliendo las piedras, sacando piedras. Las carretas eran de tres mulas, la locomotora también la hago de madera, pero la pinto con témpera muy diluida para que quede como si fuera de metal. Acá por ejemplo hay un indio anciano que está haciendo una lanza y el cliente al lado lo mira con una cara de no muy convencido, me gusta poner esos toques de humor, porque hace más humana y cercana a la gente la escena. Las pinturas de los fondos las hago al óleo, me gusta cómo queda y se obtiene profundidad. Acá no hay punto de fuga que valga ni reglas que ayuden, todo hay que hacerlo al ojo, como en el lienzo.

"El Danubio Azul" viajará al espacio a la velocidad de la luz

E-mail Compartir

El "Danubio Azul" de Johann Strauss II viajará al espacio este mes a la velocidad de la luz para conmemorar 200 años del nacimiento del rey del vals.

La pieza clásica será transmitida al cosmos mientras es interpretada por la Orquesta Sinfónica de Viena. La despedida celestial el 31 de mayo -transmitida en vivo con proyecciones públicas gratuitas en Viena, Madrid y Nueva York- también celebrará el 50 aniversario de la fundación de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Aunque la música podría convertirse en señales de radio en tiempo real, según los encargados, la ESA retransmitirá una versión pregrabada del ensayo de la orquesta el día previo para evitar cualquier problema técnico. La actuación en vivo proporcionará el acompañamiento.

Las señales de radio se lanzarán a la velocidad de la luz, o unos asombrosos 1.000 millones de kilómetros por hora.

A esa velocidad, la música dejará atrás a la Luna en 1½ segundos, Marte en 4½ minutos, Júpiter en 37 minutos y alcanzará Neptuno en cuatro horas. En 23 horas, las señales estarán tan lejos de la Tierra como el Voyager 1 de la NASA, la nave espacial más distante del mundo, a más de 24.000 millones de kilómetros (15.000 millones de millas) en el espacio interestelar.

En 2008, la NASA también celebró su 50 aniversario transmitiendo una canción directamente al espacio profundo: "Across the Universe" de los Beatles. Y el año pasado, la NASA envió hacia Venus "The Rain (Supa Dupa Fly)" de Missy Elliott.

Estas son todas transmisiones al espacio profundo, a diferencia de las melodías que fluyen entre el Control de Misión de la NASA y las tripulaciones en órbita desde mediados de la década de 1960.

Ahora es el turno de Strauss, después de quedar fuera para los Discos de Oro del Voyager hace casi medio siglo.

Lanzados en 1977, los gemelos Voyager 1 y 2 de la NASA llevan cada uno un disco fonográfico de cobre chapado en oro, junto con un estilete e instrucciones de reproducción para cualquier persona o cosa que esté allá afuera.

Los discos contienen sonidos e imágenes de la Tierra, así como 90 minutos de música. El fallecido astrónomo Carl Sagan lideró el comité que eligió piezas de Bach, Beethoven, Mozart y Stravinsky, junto con selecciones modernas e indígenas.