El fenómeno climático conocido como ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), según la Organización Mundial de la Salud, es una de las fuentes más importantes de variabilidad climática interanual a nivel global, solo superada por la influencia astronómica de la Tierra con respecto al Sol, que determina las estaciones. Este fenómeno afecta a muchas regiones del planeta, aunque su impacto es más pronunciado en las zonas tropicales, en particular, en países y zonas de África, América Latina y Asia Sudoriental y Meridional.

De acuerdo a lo señalado por Álvaro Constanzo, meteorólogo de la oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, la importancia de este evento climático es que modula los patrones climáticos a nivel global, y su efecto se manifiesta de manera distinta según la región.

"Desde el punto de vista climático, este fenómeno exhibe tres fases: El Niño, La Niña y Neutro, que pueden generar cambios en patrones de circulación del océano o la atmósfera, lo cual puede manifestarse en variables como precipitación, temperatura, entre otros", señaló el experto meteorólogo de la oficina de Servicios Climáticos.

También, añadió que "siguiendo la cadena productiva, esto puede impactar de forma indirecta sectores como la agricultura, la salud, la disponibilidad de agua por lo que la gestión de riesgos es clave para anticiparse y adaptarse a estos cambios".

A raíz de distintas publicaciones sobre que el fenómeno de La Niña no habría aparecido, el meteorólogo aclaró que el ENSO es un sistema complejo de gran escala, acoplado entre el océano y la atmósfera, por lo que el experto comentó que "esto implica, que no es trivial poder determinar qué origina o da fin al mecanismo. Durante el verano observamos condiciones tipo La Niña tanto en el océano y la atmósfera que no perduraron lo suficiente para declararla como tal".

En este sentido, mencionó que existen varios factores pueden explicar su corta duración antes de pasar a una fase de neutralidad, como "una temperatura superficial del océano ecuatorial cercana a valores neutrales junto a un debilitamiento de los vientos alisios (vientos del este) que generan

"Siguiendo la cadena productiva, esto puede impactar de forma indirecta sectores como la agricultura, la salud, la disponibilidad de agua por lo que la gestión de riesgos es clave para anticiparse y adaptarse a estos cambios"

Álvaro Constanzo, meteorólogo

"Puede estar relacionada a eventos extremos climáticos, ya que disminuye la capacidad de predecir los patrones climáticos. Esto es importante porque requiere una mayor alerta que lo normal, en los reportes y pronósticos"

Patricio Pliscoff, investigador