LEl debate cobra fuerza hoy, porque estamos en año electoral, pero también por la irrupción de liderazgos populistas, y la falta de integridad que muestran los actos de corrupción que vemos en cada una de las instituciones a lo largo del país. Por ello, la respuesta a esta pregunta, aunque simple, es muy profunda, pues se requiere de ciudadanos "íntegros, comprometidos e informados", que usen el sentido común y que sean guiados por la bondad, al momento de elegir y votar.
Personalmente creo que el Rector de una institución de educación superior debe ser un líder, no un político, ni un fanático, tampoco el ferviente adherente de un movimiento, menos aún ser representante de las autoridades o del poder establecido, sea este político o empresarial, un líder de opinión tiene el deber moral, de mantenerse independiente, para conservar su objetividad.
El "sentido común", es la capacidad de entender y/o juzgar de forma "razonablemente honesta" situaciones, opiniones y conductas de personas, vale decir, tomar una decisión basada en la ética de la virtud, es, por ejemplo; "votar" juzgando lo que es bueno, sin usar la intuición, la fe o la ideología.
Para responder de manera integral la pregunta, lo primero es comprender conceptos básicos que rigen a nuestra sociedad, sin caer en la tergiversación tan de moda en nuestros días, ni dejarse usar para impulsar proyectos totalitarios disfrazados de democracia. Estos conceptos clave son ciudadano, democracia, gobierno, estado y constitución.
Ciudadano; era el estatus que se otorgaba a personas habilitadas para elegir al gobierno en las ciudades-estado como Atenas de la antigua Grecia, donde nace el concepto de democracia.
El estatus de "ciudadano", lo tenían quienes cumplían una serie de requisitos; por ejemplo; ser mayor de edad, ser hijos de padre y madre nacidos en la ciudad - estado.
La primera democracia conocida del mundo se origina en Atenas-Grecia, en el siglo V a.C. y no difiere tanto de las democracias actuales, porque al igual que hoy, los ciudadanos Atenienses, debían cumplir algunos requisitos excluyentes, para sufragar. Hoy en Chile, por ejemplo, se exige ser mayor de 18 años, y no haber sido condenado a pena aflictiva.
El gobierno elegido concentra el poder del estado; y, por tanto, al ciudadano en esta asimetría de poder, lo protege la constitución, puesto que la constitución contiene las reglas que todos debemos respetar, y está por sobre los gobiernos de turno. Por ejemplo; la constitución protegerá a los ciudadanos, de un mal gobierno, cuando este sea declarado inconstitucional, o si la administración del estado vulnera derechos fundamentales de los mismos ciudadanos, estos podrán acudir a uno de los poderes independientes del estado, el poder judicial, para defenderse. También la constitución garantiza que un gobierno no vulnere derechos consagrados en la misma constitución, como el derecho a la educación.
Al final del día, de eso se trata la democracia, de que cada ciudadano sea responsable de reflexionar y formarse su propia opinión respecto de que gobernante necesita para resolver los problemas que lo afectan. Más allá de las simpatías, ideologías o el carisma de un candidato, lo importante es estudiar su trayectoria, sus promesas incumplidas, la coincidencia entre su discurso y su actuar, las acciones que emprende, junto a los valores que proyecta, pero, sobre todo, juzgar su consecuencia, como dice un pasaje de la biblia; "por sus frutos los conoceréis", Mateo 7 del 15 al 20.