Cuando pensamos en innovación, solemos imaginar grandes centros urbanos, ecosistemas tecnológicos sofisticados y hubs de startups en Santiago o Silicon Valley. Pero algo poderoso está ocurriendo en los territorios y Atacama, con su historia forjada en el desierto y en la minería, está comenzando a reescribir su narrativa, esta vez de la mano del conocimiento, la ciencia y la colaboración.
La Región de Atacama ha sido motor productivo del país gracias a su riqueza minera, pero hoy, en un mundo que exige sostenibilidad, diversificación y adaptación, la región está despertando a una nueva vocación: la innovación territorial.
El encuentro Corfo Conecta Atacama 2025 realizado esta semana, no fue solo un evento, fue una declaración. Empresas, académicos, emprendedores, científicos y autoridades se reunieron para demostrar que en la región también se innova; que en esta tierra de extremos también hay ideas que germinan, soluciones que emergen y tecnologías que nacen con identidad local.
Escuchar a quienes lideran proyectos como Smart Genetics, que desarrolla herramientas de diagnóstico molecular adaptadas a los desafíos ambientales de la zona, o quienes buscan extraer bioestimulantes de algas para mejorar cultivos en suelos exigentes, no solo es esperanzador: es transformador.
Las ideas deben tener acento regional, responder a necesidades del territorio y conectar con sus personas, eso solo es posible cuando se construyen espacios como este, donde Corfo, la universidad, las empresas y la comunidad se sientan a conversar de igual a igual, a soñar juntos y a diseñar soluciones propias. En este encuentro quedó claro que la ciencia y la innovación no son un lujo, sino una inversión; una apuesta estratégica para enfrentar desafíos actuales como el cambio climático y fortalecer la economía, pero, sobre todo, ofrecer oportunidades reales para que el talento local se quede, crezca y lidere.
Atacama no solo es desierto, es también terreno fértil para la creatividad, el conocimiento y el futuro. Si seguimos impulsando espacios de conexión, confianza y colaboración como Corfo Conecta, no tengo dudas: las próximas grandes innovaciones de Chile pueden -y deben- nacer desde aquí.