El Presidente Gabriel Boric manifestó su apoyo a que Atacama sea incluido en el corredor bioceánico que busca que Antofagasta y Tarapacá se conecten vía terrestre con el sur de Brasil y Paraguay y el norte de Argentina para abrir los mercados del Asia Pacífico. Esto fue destacado por parlamentarios dada la idea de conectar a la región con otros países es un anhelo de larga data. De hecho hace décadas se habla del Atacalar como un sueño que permitiría una integración real con el norte argentino.
Sin embargo, pareciera una historia repetoda. Cada cierto tiempo los países se acercan a puntos en común y las reuniones se multiplican, pero lo cierto es que como polo de desarrollo no ha crecido como tal.
El problema quizás no sea Chile, sino que lo que pueda pasar al otro lado de la cordillera y más allá. El exPresidente Alberto Fernández tuvo la intención de potenciar los lazos con Atacama, pero se sigue en la misma dinámica y parece complicado hoy que el Presidente Jaiver Milei, de ideología distinta al Gobierno chileno, avance en materias estratégicas.
Y es que, como mencionó en entrevista con este Diario hace cerca de un año el embajador de Argentina, José Antonio Viera Gallo, los corredores no solamente son infraestructura, sino que necesitan una compatibilidad de legislación del tránsito.
Si lo pusiéramos en términos coloquiales, los argentinos son más desordenados que los chilenos y eso aplica para temas como este. ¿Cómo lograr una compatibilidad de legislación del tránsito si ya cuesta coordinar cuestiones tan menores como el Paso San Francisco?
En cuanto a infraestructura, a nivel macro y micro surgen percances. La pavimentación de los caminos que conectan a de Chile y Argentina históricamente han estado más avanzados en nuestro país y de hecho hay videos que muestran a choferes destacando el cambio que hay cuando pasan a Chile.
A nivel macro, la estructura férrea argentina ha sido reducida de forma considerable, dejando atrás los años de esplendor, aunque ciertamente es un problema a nivel latinoamericano, que nunca ha podido emular las conexiones férreas que tiene Europa. El Presidente Milei ha planteado privatizar el sistema, pero esa es una lucha de largo alcance dado el uso político de instituciones en ese país, lo que termina por no mover un durmiente por años pese a proyectos que se generan.
En cuanto a los puertos ¿realmente Atacama puede competir con Antofagasta y Coqiumbo? No olvidemos que hace un año este Diario informó que en el terminal de Coquimbo se embarcaron 24 toneladas de arándanos provenientes desde Tucumán, Argentina, con destino a Canadá. Viera Gallo explicaba que los productores pueden preferir un paso u otro por motivos económicos y comerciales. Atacama siempre ha tenido la complicación de estar entre Coquimbo y Antofagasta, por temas logísticos y esto aplica también a los terminales.
Pero, de todas formas, como consuelo podría quedar que la tarea puede ser igual de difícil en Antofagasta, pese a tener un puerto con empresas que actualmente lideran la actividad comercial incluso por sobre Valparaíso. Y es que por ejemplo Chile y Paraguay firmaron en 1968 un convenio de colaboración, que recién fue reglamentado en 2004 para el otorgamiento y uso de depósitos y zona franca para ese país en el Puerto de Antofagasta.
A más de 20 años, recién se está ejecutando una Zona de Desarrollo Logístico "La Negra" en ese sector de la "Perla del Norte" que contaría con 50 hectáreas, de las ciales 10 hectáreas serán para la Zona Franca Paraguaya. Ahora falta que la idea se concrete…
Parece acertado al menos que los diputados por Atacama pidan que la región sea incluida al corredor bioceánico, pero también hay que poner las cosas en su contexto y en su justa medida.
Chile no puede imponer a empresas de otros países que pasen por Atacama si los costos son mayores y no funciona la logística. Ciertamente que las autoridades deben seguir promoviendo esfuerzos para atraer la inversión, pero esos esfuerzos pueden terminar siendo infructuosos. Al final no se puede obligar a que se elija a Atacama por sobre otra región.