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Salud ocupacional: El bienestar humano depende de un planeta sano
El trabajo humano y la producción industrial han impulsado el crecimiento económico de las naciones, pero muchas veces a costa del medio ambiente y de la salud de quienes hacen posible ese desarrollo: los trabajadores. La salud ocupacional no puede limitarse a prevenir accidentes o enfermedades laborales; debe integrar una visión integral planetaria, reconociendo que los riesgos físicos, químicos, biológicos o psicosociales en los lugares de trabajo están estrechamente ligados a los contaminantes que dañan los ecosistemas.
La crisis climática, la contaminación del aire, la escasez hídrica y la degradación del suelo no solo afectan al entorno, sino también a las condiciones laborales. Faenas expuestas a temperaturas extremas, eventos climáticos de mayor intensidad como tormentas o aluviones, y la exposición a residuos industriales o químicos, son ejemplos concretos de cómo el deterioro ambiental impacta en la salud humana. Por este motivo, urge avanzar hacia una salud ocupacional con enfoque sostenible.
Integrar la sostenibilidad en las políticas laborales no es solo un imperativo ético; es una necesidad estratégica. Disminuir el uso de recursos naturales, reducir residuos peligrosos, mejorar los sistemas de reciclaje y apostar por una producción limpia no solo protege el planeta, sino que también previene enfermedades y mejora la calidad de vida laboral. Al mismo tiempo, promueve una economía más eficiente y resiliente.
No obstante, la sostenibilidad no es tarea exclusiva de gobiernos o empresas. Nuestras elecciones diarias tienen un impacto real: lo que comemos, cómo nos movemos, qué consumimos y cómo habitamos el entorno. Optar por una dieta basada en alimentos frescos, locales y de origen vegetal no solo previene enfermedades crónicas como obesidad, diabetes o patologías cardiovasculares, sino que también reduce la huella de carbono, el uso de agua y la contaminación.
Caminar, usar la bicicleta o moverse activamente durante el día mejora la salud física y mental, al tiempo que reduce las emisiones de gases contaminantes. Elegir productos duraderos, reutilizables y evitar el consumo excesivo también protege el planeta y fortalece nuestra economía personal. Incluso hábitos simples como apagar luces innecesarias, reparar filtraciones o compostar pueden marcar una diferencia.
El bienestar personal y la salud del planeta no son objetivos opuestos; son profundamente interdependientes. La salud humana depende de ecosistemas sanos y viceversa: nuestras acciones pueden contribuir a restaurar el equilibrio natural.
Hoy más que nunca, necesitamos un nuevo paradigma que integre la salud humana, animal y ambiental. Un modelo donde las empresas produzcan con responsabilidad, los gobiernos legislen con visión de futuro y las personas tomemos decisiones conscientes.
Recordemos que cuidar del planeta no es una opción: es una forma de cuidar de nosotros mismos, de nuestras familias, comunidades y generaciones futuras. La sostenibilidad es salud y esta comienza por nuestras elecciones cotidianas.
Dr. José Ignacio Méndez Campos, Presidente de la Sociedad Chilena de Medicina del Trabajo (SOCHMET) y miembro de SOCHIMEV; y la Dra. Gabriela Moreno Maturana, miembro del directorio de SOCHMET
El desafío de la inclusión en el aula
Contar con estrategias educativas y desarrollar prácticas pedagógicas inclusivas, parece ser el centro de la institucionalidad cuando el currículo escolar se antepone a cualquier otro valoración o adaptación en el aula.
El desarrollo de los aprendizajes si bien es fundamental, para muchos de los niños y niñas que requieren inclusión escolar es solo una parte de los desafíos a sortear y suele ser manejado sin tanta dificultad cuando el conocimiento, la voluntad y el trabajo interdisciplinario de la escuela se hace presentes. Sin embargo, la mayoría de los menores del aula tienen y comparten un mundo emocional que se mueve entre el manejo de la conducta y la interacción social.
Estos aspectos, no suelen ser recogidos por las leyes actuales, pues el contar con una sala "de la calma" es solo acentuar en muchos casos el sentido de frustración y angustia que tienen muchos de los menores con desafíos del neurodesarrollo, (como los menores TEA, con TDAH u otros) el ser-parecer y sentirse diferentes. Si bien este es un recurso terapéutico utilizado en ciertos modelos terapéuticos, por sí mismo, es insuficiente pensado a largo plazo.
Hace unos días, un menor con muchas dificultades de control de impulso me desafió por primera vez ante un requerimiento directivo "quiero que me ayudes a solucionar esto" y dio cuenta de una serie de eventos que había producido en sala (todos muy violentos), al poco andar, pregunta, luego de generar estrategias terapéuticas y tomando su cabeza "¿cuáles son las reglas de la vida?" Totalmente frustrado por no comprender, el por qué sus acciones que identifica como inadecuadas se asocian, además, a las anotaciones en su hoja de vida escolar y el enojo de los adultos en su colegio y el hogar.
Claudia Figueroa, fonoaudióloga. Magíster en Desarrollo Cognitivo de la Universidad Andrés Bello
Almaceneros
En nuestro país existen cerca de 170.000 almacenes, según datos del Servicio de Impuestos Internos y SERCOTEC. Estos negocios, que van desde verdulerías hasta minimercados, no solo son fundamentales para la economía local, sino también para el tejido social de nuestras comunidades.
A pesar de su relevancia, muchos de estos emprendimientos enfrentan desafíos complejos: digitalización, inflación, cambios en los hábitos de consumo y limitaciones en el acceso al financiamiento. De ahí la importancia de que todos los actores del ecosistema, tanto públicos como privados, generen mecanismos reales de apoyo, desde programas de capacitación hasta iniciativas que faciliten su integración con nuevas tecnologías.
En lo que significa un paso importante para alinear estos objetivos, el Gobierno recientemente lanzó un portal exclusivo para emprendedores con el objetivo de facilitar el acceso a beneficios estatales.
Paralelamente, según un estudio de Provokers (2023), el 52% de los almaceneros ha tenido problemas con sus proveedores..Esto revela la necesidad de que las grandes empresas, en su rol articulador, abran espacios reales de colaboración y transferencia de capacidades. Un desarrollo verdaderamente inclusivo comienza por reconocer y fortalecer a quienes están en la primera línea del abastecimiento local. Cuando fortalecemos a los pequeños comercios, apoyamos también la red económica y social que sostiene a miles de familias chilenas.
Francisco Gaete, gerente de formato Alvi