La "Coalición de los Voluntarios", compuesta por 26 países aliados y representantes de la Unión Europea (UE) y la OTAN, inició ayer su "fase operativa" y acordó mantener la presión sobre Rusia para forzar al líder del Kremlin, Vladímir Putin, a negociar el fin de la guerra en Ucrania.
Al término de la celebración de una cumbre virtual convocada por el Reino Unido, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció que los jefes militares de los países participantes en la llamada se reunirán este jueves en Londres para avanzar en los planes de un posible despliegue de tropas en suelo ucraniano.
"Hemos acordado acelerar nuestro trabajo práctico para apoyar un potencial acuerdo, así que ahora vamos a entrar en una fase operativa. Nuestros mandos militares se reunirán este para poner en marcha planes más fuertes y robustos que respalden un acuerdo de paz y garanticen la seguridad futura de Ucrania", dijo el líder laborista.
"Reforzaremos las defensas y fuerzas armadas de Ucrania y estaremos listos para desplegarnos como 'Coalición de Voluntarios' para ayudar a proteger a Ucrania por tierra, mar y aire", señaló Starmer en una declaración remitida por Downing Street.
Aumentar la presión
Starmer también afirmó que los participantes en el encuentro telefónico acordaron aumentar colectivamente la presión sobre Rusia y las sanciones y restricciones a su economía -como las congelaciones de activos financieros- para "debilitar" al presidente ruso, Vladímir Putin y forzarlo a sentarse en la mesa de negociación.
"Es el momento de entablar un diálogo sobre un mecanismo para gestionar y monitorizar un alto el fuego completo y comprometerse a serias negociaciones, no solo hacia una pausa, sino para conseguir una paz duradera respaldada por fuertes acuerdos de seguridad a través de la Coalición de Voluntarios", añadió.
De acuerdo con el premier británico, la pelota está ahora en el campo de Rusia y, mientras Ucrania ha demostrado que está de parte de la paz al comprometerse a un alto el fuego de 30 días, Putin está intentando demorar el fin del conflicto al exigir un "minucioso estudio" antes de dar luz verde al acuerdo, ya aprobado por Ucrania y Estados Unidos (EE.UU.).
El mandatario británico dijo también estar en contacto estrecho y diario con EE.UU. sobre el desarrollo de las negociaciones de paz y mostró su convencimiento de que el presidente estadounidense, Donald Trump, está "absolutamente comprometido con la paz duradera que necesita Ucrania y todo lo que está haciendo tiene ese fin".
"Paz justa y duradera"
Entre los asistentes a la cumbre virtual figuraba el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien urgió a los líderes aliados a presionar al Kremlin y afirmó que el alto el fuego propuesto por Estados Unidos en Ucrania ya podría haber comenzado de no ser porque Putin está haciendo "todo lo posible" para evitarlo.
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, reiteró en redes sociales el apoyo de las instituciones europeas al acuerdo de alto el fuego y dijo que Rusia debe ahora demostrar su disposición a negociar este cese temporal del conflicto que conduzca a una paz "justa y duradera".
Von der Leyen añadió que, mientras tanto, la UE apoyará "el fortalecimiento de Ucrania y sus Fuerzas Armadas" siguiendo con la "estrategia del puercoespín", que pasa por armar a Kiev hasta que sea "indigerible" ante cualquier ataque.
El punto divergente lo puso la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien reafirmó que no tiene intención de enviar militares a Ucrania.