Pareciera que el tiempo, en su imparable avance, matiza las historias que sutilmente va construyendo en un determinado territorio, para luego transformarlas en versiones de sorprendente sobrerrealidad, a veces rayana de lo inexplicable. La leyenda, relata sucesos de carácter fantástico que, si bien se sustenta en personajes y hechos reales, los engalana con caracteres impensables.
De este ameno género ficticio, los integrantes del Círculo Literario "Erasmo Bernales Gaete" de Chañaral, se han propuesto rescatar, difundir y poner en valor acontecimientos olvidados de esta provincia. Se espera que este libro, recientemente publicado, intitulado "Antología de Leyendas de la Provincia de Chañaral", sea conocido, estudiado y valorado por los habitantes de las comunas de Diego de Almagro y Chañaral, a través de la distribución de ejemplares en bibliotecas públicas e instituciones de la región de Atacama y país.
Esta obra reúne leyendas mineras y urbanas, transmitidas oralmente desde lejanos tiempos, lo que permitirá que niños, jóvenes y pobladores conozcan y adquieran un mayor compromiso y afecto con las raíces, creencias, costumbres, tradiciones y apócrifas vicisitudes. La temática de los creadores, Carlota Muñoz, Clarita Pizarro, Mery Odette Schampke, Patricia Mella, Khaterine Villalobos, Luis Pangue, Alex Ahumada, Jorge Pizarro, Pedro Serazzi, Milton Campos y Omar Monroy, abordan y revelan extraños y dramáticos casos ocurridos en antiguas casas del puerto, templo católico, cordillera, mar, minas y otros que surgen de la insondable niebla de lo desconocido. Las preguntas irrumpen en los lectores: ¿Por qué se aparece ese niño en la casa de la familia Magalhaes? ¿La misteriosa joven rubia que se reclina en un ventanal de un chalet de Barquito? ¿En dónde yace escondido el tesoro de los piratas en Pan de Azúcar? ¿En qué lugar merodea el niño del saco en Inca de Oro?
La historia de una región merece el contrapunto de lo legendario. Las presentes leyendas regresan asuntos de hechos olvidados, pero acogen elementos quiméricos, por ser éstos una dimensión perdurable de lo que compartimos y conforma. Los invito a leer este libro en su Biblioteca.