Según un informe de la consultora argentina Ad Hoc, de noviembre pasado, "a través de un uso estratégico de las plataformas (digitales), Milei ha sabido transformar los debates y conflictos en temas virales que le permiten mantenerse en el centro de la discusión política".
Parecía un escenario perfecto. Pero algo falló.
¿Por qué un hombre culto, con títulos universitarios, que ha escalado a una posición de autoridad en una democracia, es capaz de emitir irresponsablemente una opinión que significó millones de dólares en ganancias y pérdidas?
El fuego es la primera tecnología que manipuló el hombre. Alrededor del 7000 A.C. los humanos del Neolítico aprendieron a manejar el fuego de manera confiable.
En nuestro tiempo, tal como el fuego, las redes sociales pueden ser extremadamente útiles, pero igualmente tienen la capacidad de producir daños catastróficos.
Lo demostró el imprudente apoyo del presidente Milei a una criptomoneda que subió como la espuma y se derrumbó en cinco horas. Sostuvo que era como ir al casino y perderlo todo, sin derecho a queja. Pero, siendo un Jefe de Estado, elegido democráticamente y con título de economista con varios reconocimientos más, su respaldo a la $LIBRA significó un desastre para miles de inversionistas.
El breve episodio inicial ocurrió en la noche del viernes 14 de febrero. Pero sus secuelas no han cesado, incluyendo una compleja entrevista televisiva del presidente con un periodista de confianza: Jonatan Viale.
La entrevista, en una versión sin cortes, mostró a su asesor de confianza, Santiago Caputo, irrumpiendo en la conversación luego de una respuesta que consideró errónea. El segmento fue eliminado de la transmisión oficial pero no del video que se subió a YouTube.
El daño ya estaba hecho. No hay claridad acerca de cómo se recuperará Milei, quien prefirió viajar a EE.UU. y regalarle una motosierra a su amigo Elon Musk. No se sabe cómo responderá la consultora Ad Hoc a sus errados elogios. O qué pasará con su hermana, también salpicada por el escándalo.
Y queda en duda el juicio sobre el traspié del periodismo argentino que por años fue considerado entre los mejores del continente.