Cumbre de IA en Francia: referentes en tecnología buscan un marco ético de uso
Representantes y expertos de un centenar de países participarán hasta hoy en París (Francia) en una cumbre sobre la inteligencia artificial (IA), cuya iniciativa, liderada por el presidente francés, Emmanuel Macron, busca situar a su país en el mapa de esta revolución tecnológica y evitar así el duopolio de EE.UU. y China.
"Esta cumbre es un momento de apertura real al mundo", aseguró ayer en el discurso de apertura de la cumbre la enviada especial de Macron para la IA, Anne Bouverot, antes de recordar que muchos países temen quedarse descolgados y no poder poner en marcha sus propias soluciones.
Estos países temen quedarse fuera del desarrollo de una tecnología que hasta ahora está claramente liderada por los gigantes estadounidenses y, a una cierta distancia por China, simbolizada con la irrupción reciente de la IA propia presentada por DeepSeek.
Bouverot insistió en que en la preparación de esta cumbre se han implicado con sus contribuciones más de 800 personas de más de 100 países e hizo hincapié en despejar algunos de los temores que genera la IA, que a su juicio son "exagerados". Sobre todo, se esforzó en subrayar que "es hora de pasar de la ciencia ficción a las aplicaciones concretas de la IA".
La cita ha convertido a París durante dos jornadas en la capital diplomática global de IA, con presencia de Macron, del primer ministro indio, Narendra Modi, además del vicepresidente de EE.UU., JD Vance, y del primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Entre los invitados de la alta tecnología están el jefe de OpenAI, Sam Altman, creador de ChatGPT, el director de Google, Sundar Pichai y Demis Hassabis, cofundador y consejero delegado de Google DeepMind y Premio Nobel de Química 2024.
Objetivos
Se espera que la cumbre debata cómo los gobiernos deben responder éticamente a los rápidos avances en la IA, y en ella sobrevolará el éxito de DeepSeek, que llegó a colocarse líder en descargas para dispositivos Apple en Estados Unidos pese a un torrente de críticas, ya que su aplicación se niega a comentar cuestiones afectadas por la censura en China como la Masacre de Tiananmen de 1989 o si Taiwán forma parte de China.