Una costumbre que se repetía en otros sectores de la ciudad: "sí, me gustan, a mi mamita la llevaba todos los años, es bonito. Iba al Palomar, cuando tiraban desde varios lados", "en Paipote era tradición juntarse en el puente y esperar ahí, todas las familias se reunían y después había show en vivo donde todos se daban el abrazo, se perdió eso", comentaron dos vendedoras de la feria navideña de Copiapó.

Contradicción

Una visión diferente comparten algunos de los habitantes de la comuna a los que les parece contradictorio prohibir el show de pirotecnia para proteger a los seres más vulnerables de las familias, mientras en las poblaciones los mismos deben soportar el sonido de disparos y lanzamiento de cohetes todas las semanas. Además, apuntan a los lanzamientos pirotécnicos ilegales que se pueden ver de todas maneras el 31 de diciembre.

"No es necesario si ya se ha hecho costumbre sentir todos los días y el año pasado igual tuvimos", "los niños igual tiran en la calle, porque quieren verlos, entonces fomenta la compra ilegal", comentaron algunas de la vecinas de la comuna.

"Era un panorama que nosotros esperábamos para año nuevo. Mi hermano chico no se acuerda de eso, ahora sabe que existen y hay que explicarle que no se puede. Donde vivo yo, fuegos artificiales tiran día por medio, entonces como le explico que tiran todas las semanas, pero el evento que es para toda la ciudad ya no va. Si fuese por mí feliz que volvieran", comentó por su parte un joven vendedor ambulante critico de la decisión del Municipio de Copiapó.

Si bien la celebración carecerá nuevamente de un show de fuegos artificiales, el alcalde Cicardini anunció que se está coordinando a nivel municipal con las organizaciones sociales de la comuna para realizar "Fiestas Ciudadanas" en distintos puntos de la ciudad, como Paipote, El Palomar, los sectores altos y San Pedro, donde se podrá disfrutar de una fiesta para disfrutar con toda la familia sin temor a las molestias de los sonidos del espectaculo pirotécnico.

5 años llevan suspendidos los fuegos artificales en Copiapó.

2019 afue el año en que se suspendió la pirotecnia en la capital regional, al igual que en varias comunas.

Una reunión para plantear problemas y buscar soluciones coordinadas tuvieron los miembros de las directivas de los sindicatos 1 y 2 de la Feria Libre de Copiapó, quienes fueron recibidos ayer 16 de diciembre por la primera autoridad comunal.

Los dirigentes gremiales, encabezados por Elizabeth Jiménez y Víctor Muñoz, presidentes de los sindicatos 1 y 2, respectivamente, plantearon un plan de acción tendiente al mejoramiento del servicio que presta este conglomerado comercial, el cual -en su esencia- considera comercialización, seguridad y regularización de las patentes comerciales.

Juan Castro, asesor comunicacional del sindicato N° 2, destacó y agradeció la voluntad del alcalde de Copiapó, quien se comprometió al repintado de los puestos asignados y a la instalación de 4 baños químicos con cargo al municipio para uso de los comerciantes y los clientes, "ya que hasta ahora este gasto corría por cuenta de los propios feriantes y, como las ventas han bajado, no lo podíamos asumir nosotros, de modo que teníamos una urgencia sanitaria que el alcalde nos ha solucionado con muy buena voluntad".

Por otra parte, destacó y agradeció el apoyo del jefe edilicio en materia de seguridad, ya que se comprometió a la designación de 2 inspectores fiscalizadores y 2 integrantes del equipo de Seguridad Ciudadana, quienes se harán presente durante los días de funcionamiento -entre las 10 y 13 horas- para poner orden y resguardo, a contar del jueves próximo.

El citado dirigente reconoció que son 315 los feriantes registrados como socios; pero, lamentablemente, solo un tercio paga el permiso municipal, como corresponde. Por la misma razón, les urge una actualización de la ordenanza municipal que regule el funcionamiento de las ferias libres, el cual data de 1981, aunque tuvo una revisión en 1998; es decir, hace 26 años a la fecha.

Los feriantes plantearon en la ocasión una serie de problemas que les aqueja, como el número indiscriminado de vendedores ilegales que se instala en la feria, sin pagar su permiso, perjudicando con ello a quienes se esfuerzan por pagar su patente comercial, ya que les afecta el nivel de ventas, con el cual no se puede competir en materia de precios.