Actualmente, existe un aumento de personas jóvenes con ACV, lo que pudiese estar asociado a los estilos de vida poco saludables. Un accidente cerebro-vascular (también llamado "ataque cerebral" o "apoplejía") ocurre cuando se detiene la circulación sanguínea del cerebro, incluso durante solo un segundo. La sangre transporta oxígeno y otras sustancias importantes a todas las células y órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro.

Hay varios factores de riesgo como el consumo de tabaco, vidas con alto nivel de estrés, sedentarismo y uso de pastillas anticonceptivas la edad, ya que a mayor edad existe mayor riesgo; el sexo, los hombres tienen un riesgo más alto, al igual que las personas que tienen familiares directos con antecedentes de ACV.

Lo llamativo es el aumento de casos de ACV en poblaciones más jóvenes. Se estima -según documentación médica internacional- que hasta un 15% de los eventos cerebrovasculares ocurren en adolescentes o adultos jóvenes, asociados en parte a la creciente prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y aumento de enfermedades crónicas como la hipertensión, colesterol alto y diabetes, entre otros.

Es de suma importancia poder conocer los signos y síntomas que indican que una persona se encuentra cursando un ACV. Mientras más rápido acudamos a un servicio de urgencia hospitalario, mejor es el pronóstico de sobrevida de la persona.

Debemos prestar atención a las siguientes señales: dolor intenso de cabeza que no cede, dificultad o pérdida en la movilidad de un lado del cuerpo (brazos o piernas), así como no sentir las extremidades. Dificultad para comunicarse y/o desorientación. Los minutos de definición son claves para evitar una tragedia.

Durante los últimos meses vivimos dos procesos eleccionarios, en donde como ciudadanía cumplimos con nuestro deber cívico de elegir a nuestras nuevas autoridades a nivel comunal y regional, las cuales nos representarán los próximos cuatro años. Quizás a muchas personas no les interesa votar o les da lo mismo ser parte de estos procesos, pero como mujeres no debemos olvidar que nuestro camino para poder votar no ha sido fácil. Gracias a la lucha de las mujeres alrededor del mundo, hemos ido avanzando en derechos que nos permiten acortar la brecha que tenemos respecto de los hombres. Por ejemplo, en 1934 se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales, y recién en 1949 se concedió el derecho a voto a las mujeres para las elecciones presidenciales y parlamentarias en nuestro país. Siendo las mujeres el 50% del padrón electoral, no deja de sorprenderme la poca cantidad de mujeres elegidas para cargos de elección popular, sólo 56 de los 345 alcaldes electos han sido mujeres, lo que representa el 16.2% según datos entregados por la Asociación de Municipalidades de Chile. En el caso de los Gobernadores, no participó ninguna mujer en Atacama. Las cifras son preocupantes, más aún cuando la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión se vuelve fundamental para que ocurran cambios sociales en los territorios, intercediendo en asuntos que afectan directamente sus vidas y resguardan nuestros derechos como ciudadanas.

Desde el SernamEG, aportamos a la formación de mujeres lideresas a través del Programa Mujer, Participación Política y Social, que busca ser un espacio de formación teórico-práctico completamente gratuito. El programa contará con al menos 120 horas de formación y en tres etapas, la primera formando lideresas a través de aprendizajes, luego una segunda etapa donde crearán un proyecto individual y finalmente una tercera parte en donde las participantes formarán un proyecto colectivo con espacios de organización política y social en el territorio.

Las inscripciones estarán abiertas hasta el 22 de diciembre de 2024, en nuestra página web www.sernameg.gob.cl. Invito a todas las mujeres de la Región de Atacama a participar de esta iniciativa, que busca formar a las lideresas del mañana.