La Región de Atacama, conocida por su riqueza mineral, enfrenta un desafío crucial en su camino hacia el desarrollo: la necesidad de fortalecer la vinculación entre el sector empresarial y el ámbito académico. Esta colaboración no sólo es deseable, sino que se ha convertido en un imperativo para impulsar la innovación, el intercambio de conocimiento, la investigación, generar empleo de calidad y fomentar un crecimiento económico que beneficie a toda la comunidad.
En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, las empresas requieren de un capital humano altamente calificado y preparado para enfrentar los retos del futuro. Aquí es donde la academia juega un papel fundamental. Las universidades e institutos de educación superior son fuentes invaluables de conocimiento, investigación y desarrollo. Sin embargo, para que esta riqueza se traduzca en beneficios tangibles para la región, es esencial que exista una conexión efectiva entre ambos sectores.
La vinculación entre empresas y academia puede manifestarse de diversas formas: desde programas de pasantías y prácticas profesionales hasta proyectos de investigación conjunta que aborden problemáticas locales. Por ejemplo, en el sector minero, que es uno de los pilares de la economía atacameña, la colaboración con instituciones académicas puede llevar a la implementación de tecnologías más limpias y eficientes, así como a la formación de profesionales con los perfiles que las empresas requieren.
En ese sentido, el Coloquio Minero es un evento académico por excelencia y parte de la historia y tradición minera de la Universidad de Atacama, que se ha transformado en una instancia que propicia el fomento a nuestro ecosistema minero, donde se reúnen los principales actores de esta industria. Este 2024 participarán empresas mineras, delegaciones de Perú y estudiantes de otras universidades mineras del país, como también importantes proveedores de las más importantes marcas de equipos y licencias de software, entre otras.
En el caso de la Universidad de Atacama y Minera Candelaria, existe una relación de larga data que ha permitido la materialización de importantes iniciativas en materia de educación, desarrollo científico y formación profesional, destacando -entre las principales- la participación de la compañía en todas las versiones del Coloquio Minero; el aporte de un moderno telescopio para el Programa Explora Atacama, que ha permitido desarrollar acciones de divulgación científica en el área de astronomía; la implementación de la Beca Minera Candelaria, que ha apoyado a más de 100 estudiantes de la provincia de Copiapó, la mayoría de ellos de la Universidad de Atacama; y la permanente participación de estudiantes de la universidad en el Programa de Visitas Técnicas y Vocacionales de Minera Candelaria, entre muchas otras.
Finalmente, para que la vinculación empresa universidad sea efectiva, es necesario que ambas partes reconozcan y valoren sus roles. Las empresas deben estar dispuestas a invertir en la formación de talento local y a colaborar en proyectos de investigación que respondan a sus necesidades. Por su parte, las instituciones académicas deben adaptar sus currículos y programas de estudio para alinearse con las demandas del mercado laboral y las tendencias del sector. Es fundamental también que las políticas públicas fomenten esta colaboración.