Un hombre muy responsable y atento a la familia, pese al avance de la enfermedad de Silicosis que acarreaba incluso antes del episodio de Los 33 mineros de la Mina San José, falleció Mario Gómez a los 76 años ante una eterna lucha y es velado en estos días hasta el lunes en su hogar, acompañado de su esposa, familiares y amigos.

Gómez fue un hombre entendido de las faenas por ser de familia minera, quien desde los 12 años ya trabajaba en yacimientos. Hoy su familia lo recuerdan como un hombre con fortaleza y siempre dispuesto a apoyar y lograr una buena comunicación, actitud clave que fue destacada en los sucesos ocurridos tras el evento del derrumbe el jueves 5 de agosto de 2010.

Lilianette Ramírez, viuda de Gómez, señaló tras la muerte de su marido que "la estadía en el encierro en la Mina San José lo complicó más y avanzó aún más la enfermedad. La evolución de la Silicosis fue terrible. Cada día se deterioraba más y se ahogaba mucho. Fue una lucha demasiado dura, tanto para él como para nosotros como familia".

A su vez, Ramírez destacó que "Mario siempre fue un buen papá, buen marido y muy buen abuelo. Alguien quien pese al avance de su enfermedad, siempre se daba un tiempo para disfrutar con sus nietos. Incluso los iba a buscar y quería estar mucho momento con ellos. Luchaba por vivir cada momento con sus nietos".

De acuerdo a los antecedentes, Mario Gómez será velado en su hogar en Población Manuel Rodríguez hasta las 3 de la tarde de este lunes, para luego ser llevado al crematorio.

Papel de Gómez

Antes de que Mario Gómez tuviera que depender de la suerte para ser rescatado de la Mina San José, cuenta su familia que sobrevivió 20 días como polizón en un barco brasileño en su juventud.

Siempre fue un hombre comprometido por su familia, quien no dudo saludar a su esposa en la recordada segunda carta enviada a la superficie luego de la carta de "estamos bien los 33".

Laurence Golborne, ministro de Minería durante el rescate, acongojado dijo que "recuerdo a Mario como un hombre luchador, trabajador y muy dedicado a su familia. Del rescate el día 17 de esta gesta, cuando estábamos sacando los sondajes en el cabezal, venía una bolsa amarilla (siempre me voy acordar de esto), con una carta envuelta adentro que venía un poco mojada. Era una carta que Mario Gómez había escrito a su mujer. Era una carta muy linda que no voy a dar detalles, pero que era muy hermosa de un hombre que amaba a su mujer y a su familia".

Golborne añadió que "fue un hombre muy tranquilo con mucha calma y que después que salieron de la mina algunos de los 33 tuvieron sus diferencias, pero Mario era siempre muy calmado."

El ex ministro indicó que evaluará la posibilidad de viajar hasta la región de Atacama para despedir a Mario.

Uno de los más extrovertidos de los 33 mineros, Mario Sepúlveda, indicó que "puedo hablarte de los 70 días maravillosos que vivimos juntos enterrados como familia. Mario fue una persona importantísima. Muy culto, bueno para contar historias lindas en las conversaciones que teníamos a diario. Era muy gracioso con sus anécdotas y era un hombre que no se rendía nunca. Todos los días él anotaba ideas que se nos ocurrían para salir y seguir sobreviviendo".

Además, Sepúlveda indicó que "uno siempre habla lo mejor de las personas una vez que se van, pero con Mario uno podía discutir y tener distintas opiniones con otros puntos de mira, sin la necesidad de generar que sólo lo que él decía era correcto. No, para nada. Era muy amable para poder intercambiar ideas en el encierro. Personalmente, lo recuerdo con mucho amor y mucho cariño. Tenemos muchas historias hermosas. Un hombre encantador que no me cabe duda que él, en algún lugar del universo, va a descansar, y , según mis creencias , nos preparará la estadía para los que seguimos después".

Quien asistió a ver a Gómez al velatorio es Luis Urzúa, jefe de turno durante el accidente de los 33, quien comentó que

"Mario siempre fue un buen papá , buen marido y muy buen abuelo. Alguien quien pese al avance de su enfermedad, siempre se daba un tiempo para disfrutar con sus nietos. Incluso los iba a buscar y quería estar mucho momento con ellos. Luchaba por vivir cada momento con sus nietos".

Lilianette Ramírez, Esposa de Mario Gómez

"Lo recuerdo con mucho amor y mucho cariño. Tenemos muchas historias hermosas. Un hombre encantador que no me cabe duda que él, en algun lugar del universo, va a descansar, y, según mis creencias, nos preparará la estadía para los que seguimos después".

Marío Sepúlveda, Uno de los "33 Mineros"