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Escala conflicto en la UDA: Universidad amaneció en toma general

MOVILIZACIÓN. Estudiantes implementaron la medida de fuerza luego de varias semanas de paro. Afirman que no hay medidas concretas ante casos de acoso.
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"Forlín: esto no es un caso aislado. No a la violencia sexual en la UDA" es lo que se puede leer en el lienzo que estudiantes colgaron en la pasarela peatonal que cruza la Avenida Copayapu de Copiapó, frente a la Universidad de Atacama.

El mensaje dirigido directamente al rector, Forlín Aguilera, es un fiel reflejo de las tensiones en el recinto universitario, que ayer escalaron otro peldaño con la toma general del campus, acción que se produjo luego de varias semanas de paros, marchas, movilizaciones, diálogos y quiebres en las negociaciones.

Las protestas estudiantiles se iniciaron a mediados de junio y han ido en ascenso. Su origen es la denuncia de varios casos de acoso sexual de parte de estudiantes hombres a estudiantes mujeres y la sensación de inacción de parte de la Universidad ante esas situaciones de violencia. Pese a que se han desarrollado varias instancias de diálogo entre estudiantes y autoridades universitarias, la situación está lejos de llegar a un acuerdo.

Ninoska Ayala, presidenta de Pedagogía General Básica y miembro de la directiva del Consejo de Presidentes de los estudiantes universitarios, lo explica así:

"Llevamos alrededor de un mes en un trabajo de petitorio transversal en la Universidad, donde se han hecho mesas de trabajo con los directivos, pero no hemos llegado a buen puerto. Las bases siguen encontrando que están inconformes con las soluciones que nos están entregando porque son a largo plazo, no son acciones inmediatas. O simplemente no les generan satisfacción de que se vayan a cumplir, en la Universidad de Atacama en este momento hay mucha desconfianza y hay un sentido de impunidad e inseguridad, porque estamos hablando de una temática que tiene que ver mucho con género, equidad de género, violencia de género, lenguaje sexista", planteó la dirigente estudiantil.

Ayala agregó: "Muchas de las mujeres que estamos acá estamos buscando seguridad y es algo que no se nos está entregando en respuesta al petitorio. Entonces, por eso se ha rechazado continuamente y seguimos en trabajo. También porque en algún punto se quebró la mesa de trabajo de diálogo con la Rectoría porque la semana pasada las bases rechazaron el acuerdo que se tenía con la Rectoría, no les gustó y la Rectoría se enojó y quebró la mesa de diálogo y no quisieron trabajar más con nosotros. Entonces, por eso llegamos a la instancia de tomarnos la Universidad, porque no querían diálogo."

El quiebre de las conversaciones fue momentáneamente superado, pero en la reunión del lunes de esta semana los estudiantes afirman haber sido maltratados por las autoridades universitarias, quienes habrían minimizado la problemática denunciada. De hecho, la reunión se suspendió el lunes y se retomó el martes.

De esa instancia surgió una nueva propuesta de la Rectoría, que según los dirigentes estudiantiles se mantiene en el largo plazo, sin las medidas concretas y urgentes que demanda el estudiantado. De hecho, la nueva respuesta de las autoridades universitarias fue presentada a las bases estudiantiles, las que volvieron a rechazarla y, además, decidieron la toma general de la universidad.

La posición de la RECTORÍA

Ante la materialización de la toma, el director de Vinculación y Comunicaciones de la UDA, Alexis Rojas, emitió una declaración de prensa.

En ella, la autoridad universitaria reafirma su "firme compromiso con el diálogo" y releva que desde el 24 de junio se desarrolla una mesa de trabajo liderada por el vicerrector académico, la que ha tenido varias sesiones.

La universidad reconoce que a partir del 3 de julio hubo una pausa temporal de las conversaciones, producto del rechazo de las propuestas por parte del estudiantado, pero que las reuniones se retomaron el lunes y martes recién pasados, esta vez con la participación directa del Rector.

Según el comunicado, la propuesta trabajada aborda la actualización de políticas y normativas de igualdad de género, el aumento de recursos y contratación de personal especializado, el fortalecimiento de estructuras y procedimientos administrativos, la formación y sensibilización en temas de género e inclusión, la regulación y monitoreo a través de nuevas normativas y modernización de plataformas, y el compromiso con la transparencia y ética en la contratación y acceso a información pública, garantizando un enfoque integral y colaborativo para atender las demandas estudiantiles.

Pero es justamente esa propuesta la que no satisface a los estudiantes, por lo que iniciaron la toma. Al cierre de esta edición, no se había producido un nuevo diálogo entre estudiantes y autoridades universitarias ni tampoco se había producido ningún aviso de desalojo del campus.

"¿Acuerdo? La verdad es que está bastante lejos porque las bases están muy molestas, están descontentas con lo que está pasando, porque se nos está invisibilizando sobre todo a las mujeres, porque el hecho de negar que existan casos de violencia de género dentro de la universidad, donde las mujeres no se sienten seguras, siendo que es el sello de la universidad, nos da para decir 'no confiamos en ellos, no podemos ceder ante ellos', porque al final son hombres que están tomando decisiones en temáticas de mujeres", concluyó la dirigenta Ayala.

"Muchas de las mujeres que estamos acá estamos buscando seguridad y es algo que no se nos está entregando en respuesta al petitorio"

Ninoska Ayala, Presidenta de Pedagogía General Básica, de la Universidad de Atacama.