Dicen que en lo cotidiano está lo esencial de lo que nos rodea día a día. Hace poco, cuando vi el acto de Luis Albornoz en el Día de los Patrimonios, él inició diciendo: "Este es un momento mágico". Y percibo que estamos llenos de esos momentos, pero no los sabemos leer. Cuando he sido invitada o he pedido audiencia en la Cámara Chilena de la Construcción Atacama y espero en el hall de entrada, me detengo a contemplar la obra que está a un costado. Constantemente la interpretaba con mi "yo interno" y nacía de forma espontánea la interrogante: ¿quién la habrá hecho? Pasaba el tiempo y no lo resolvía. Hace poco logré conversar con el artista, Sr. Gonzalo Vidal Mugica - https://gozzovidal.cl/ - En un diálogo fluido, libre y rodeado de curiosidad, la conversación versó sobre la interpretación de la obra "Ventana al paisaje". Principalmente en cinco aspectos: el hombre que emerge desde las profundidades de la tierra, la huella, el cubo, el péndulo e indeleblemente la naturaleza y el salar a lo lejos.
La conexión con la tierra desde aspectos tan elementales y la oración del "Padre nuestro… hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo…", el ser humano es parte del universo y tiene una fuerte conexión con la tierra. Esa visión o imagen objetivo, interna y externa. Una obra que nos invita a redescubrirnos, reencontrarnos con aquello que por un momento creímos perder, sobre una espacialidad, un entorno que nos rodea como la naturaleza, que está allí viva y presente. Somos parte de un todo: "Polvo eres y en polvo te convertirás". El ser humano va dejando huella en la vida, presencia, representado físicamente con ese "bototo minero" desde tiempos inmemoriales como el hombre y las cavernas o el paso del hombre en la luna.
La conexión del cubo, piedra pulida conectada con David y Goliat, piedras educadas, tratadas, como el ser humano de forma inteligente hace aportes en el tiempo, a través de obras transformadoras que trascienden el entendimiento. Ese ser humano que va realizando acciones y, más allá de la funcionalidad, son parte de un legado. Aquel péndulo o plomada, ligado a la arquitectura y a la construcción, el horizonte y lo vertical relacionado con la cruz de vida. Símbolos que están en nuestro colectivo y escasamente relacionados en un conjunto de variables que nos den sentido y hagan ese click en el "Ser".