Heriberto cumplió 104 años con una vitalidad de un mayor de 80
COPIAPÓ. A pesar de trabajr por más de 60 en el campo y tener un vicio por el vino tinto, el mayor de la familia Castro se mantiene con una mentalidad de un mayor de 80 años. Heriberto Castro a lo largo de su vida ha tenido cinco hijos, 13 nietos, 11 bisnietos y seis tataranietos.
La vejez es un proceso que es diferente para cada adulto mayor, pero cuando se lleva bien se mantiene por más tiempo, así como un buen vino.
Este 26 de marzo Heriberto Antonio Castro, hombre con cinco hijos, 13 nietos, 11 bisnietos y seis tataranietos, cumplió 104 años acompañados por su familia y amigos.
Para la ocasión, le colocaron la corona de Rey y regalaron tazas con un recuerdo y la edad del longevo de la familia Castro.
Pese a sus más de 100 años edad, Heriberto se mantiene con bastante memoria y recuerda cada momento de su vida sin ningún problema. Quizás tiene una disminución auditiva, pero mantiene un buen humor, lo cual es destacado por sus familiares.
Asimismo, mientras otros priorizan la actividad física y una buena alimentación, Heriberto priorizó el buen humor y compartir con sus amigos.
"Yo antes era el muy bueno para el vino tinto, pero ahora menos. Llegaba a tomar dos litros de vino al día, fácil, y una cajetilla de cigarro. Siempre tuve buena salud, pero dejé de tomar harto vino y empezaron las enfermedades", comentó Castro.
Historia de esfuerzo
Para Heriberto la vida fue ardua, partiendo por el hecho que empezó a laborar a los diez años, sin posibilidad de estudiar.
"Yo nunca pisé la sala de un colegio, sino que estaba siempre atrás de las vacas, cabras, burros y chanchos. Ese ha sido siempre mi trabajo. Llevarles comida y llevarles el agua. De los 10 años me trajeron a Barraza y empecé a trabajar rapidito. La verdad es que antes hacían lo que querían con uno y no había leyes contra trabajo infantil y esas cosas", explicó sobre parte de su vida.
Posteriormente tras cumplir los 18 años, Heriberto fue a hacer el servicio militar el Regimiento de Arica, para luego volver a la Hacienda Barraza y casarse a los 27 años con Francisca Pérez, donde volvió a trabajar a su anterior trabajo, ganando 60 centavos a la semana.
Tras llegar a los 40 años, ya con cuatro hijos, empezó a trabajar en la Hacienda Ventana por diez años, para finalmente llegar a la Hacienda Castilla a trabajar, lugar donde nació su hija menor, Cecilia Castro.
Al llegar a la jubilación, Heriberto se vino a Copiapó y compró la casa donde está ahora.
Su esposa falleció a los 89 años el 2015, al igual que uno de sus hijos, Heriberto Castro Pérez.