El fin de semana Deportes Copiapó perdió ante la Universidad de Chile tras cometer varios errores que terminaron por sentenciar el marcador a favor de los "azules". Pero fuera de la cancha también cometió errores, como fue que hinchas del cuadro universitario pudieron ingresar al estadio Luis Valenzuela Hermosilla pese a la prohibición de público visitante.
A la fecha, nadie se ha hecho cargo de esto. Desde la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y Estadio Seguro no se hicieron eco, lo que puede ser complejo porque sienta un precedente para los otros partidos: da lo mismo la orden de prohibición y los clubes pueden hacer y deshacer.
Lo ocurrido es el reflejo del desorden a la hora de realizar los partidos del "León", pero este error, mala organización o lo que sea, sirvió para demostrar que no siempre los partidos pueden ser un peligro, como se está instalando en la actualidad.
Y es que en la previa del duelo, había temor que la mezcla de fanáticos pudiera desencadenar hechos de violencia. Precisamente esa mezcla ocurrió en la tribuna del "Luis Valenzuela Hermosilla", donde hinchas universitarios no tuvieron reparos en llevar globos y vestir la camiseta azul, convirtiéndose en una verdadera barra "no oficial" con hinchas de Deportes Copiapó alrededor, pero el comportamiento de todos fue excelente y no se registraron incidentes.
Esto demuestra que son muy pocos en Chile los que van a los estadios a cometer violencia y que la gran mayoría de los hinchas solamente quieren ver un espectáculo deportivo de forma tranquila.
Quizás las autoridades deben tener en cuenta en que se excedió la nota al prohibir el ingreso y cerrar un sector (en este caso la galería sur) y analizar que cuando se trata de restringir se debe pensar bien y mucho en cómo hacerlo, porque finalmente igual llegaron fanáticos azules y, lo peor para Estadio Seguro, estuvieron juntos en un mismo sector.
La Delegación Presidencial dice que la organización corresponde a Deportes Copiapó. Junto a esto, queda en entredicho su autoridad en esta materia dado que se vulneró un principio básico como es no acatar la orden que emanó desde sus oficinas.