Correo
Crisis educacional en Atacama
La crisis educacional que afecta a Atacama es sólo una muestra de la catástrofe que atraviesa la educación pública en Chile y que hace tanto tiempo los alcaldes de Amuch estamos advirtiendo. Se están vulnerando los derechos de los niños, profesores y funcionarios y el Gobierno mira al techo. Establecimientos en pésimo estado, salas y baños indignos son sólo un ejemplo de lo que se vive a diario en muchas de nuestras escuelas.
Se suponía que la Desmunicipalización de la educación traería cambios positivos, pero sólo ha agudizado los problemas por la burocracia, falta de personal capacitado y la distancia física que hace más difícil dar respuesta a las necesidades de las comunidades escolares, principalmente en comunas geográficamente complejas.
Hemos insistido en que se aceleren las decisiones en relación al financiamiento. Es urgente tomar medidas, como por ejemplo, reemplazar la subvención actual, que es por asistencia, por la subvención por matrícula, donde todos coincidimos en su aplicación. Además, debemos empezar a mirar lo que ocurre en regiones y cómo los municipios ya no pueden responder debido a la burocracia de los sistemas.
Para los que aún creen que Santiago es Chile, deben atender lo que ocurre en las zonas rurales donde los niños no tienen cómo llegar a clases porque viven a horas de la escuela y somos los municipios los que debemos subvencionar para entregar ese servicio de transporte; cobertura que hacemos por su derecho a la educación, pero al mismo tiempo son recursos que a los municipios se nos están agotando, y lo que más inquieta es ¿qué va a pasar con esos niños cuando la educación ya no esté en manos de las municipalidades?
Por eso es urgente un cambio de política de financiamiento y ocuparnos de lo que está pasando en educación. Si seguimos así, perderemos el horizonte sobre lo que por derecho debemos otorgar: una educación gratuita y de calidad.
Gustavo Alessandri, presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH)
Crisis educacional en Atacama II
Los síntomas que demuestra el sistema educativo de la región de Atacama puede desembocar en la reprobación de su accionar, aspecto que no se había presentado en la historia del esquema de instrucción pública que proviene desde mediados del siglo XIX, con claros ejemplos de mejores tiempos.
Como todo en la vida ciudadana de Chile, la educación fue intervenida por el gobierno de facto en contenidos y formas, eliminando programas pensantes y determinando que los alcaldes designados controlaran al magisterio y alumnos.
Antes de esa intervención, lo hemos mencionado en otros escritos, el sistema educativo chileno tenía prestigio en América Latina por la acción de las Escuelas Normales; la formación que entregaba el Instituto Pedagógico de la U. de Chile y la Escuela de Minas de Copiapó, con estudiantes de todo el continente en sus aulas.
En Copiapó, los Liceos de Hombres y de Niñas eran calificados como de Primera Clase. Casi todos sus egresados de sexto de humanidades calificaban para las universidades del país.
La educación pública dependía del Estado de Chile. De los años 80 se gestaron las deudas que se mantienen hasta ahora con los educadores por los traspasos a las municipalidades y la dependencia ahora de los sistemas locales de educación que no ha funcionado en ningún aspecto en la zona.
La educación local no ha cumplido con lo más básico de la mantención de los establecimientos impidiendo la operatividad de emblemáticos casos de conocidas escuelas.
Terminando octubre, la ausencia de entrega de contenidos se prolonga por más de 50 días lo que ha cimentado la preocupación de las familias por la situación.
El tema educativo de Atacama es público. Es tema en espacios de medios de comunicación del país. Su génesis es casi de medio siglo, siendo debatido en las calles de Copiapó por los profesores que se muestran incrédulos con lo que se les dice por parte de las autoridades.
Todo escapa a las tendencias ideológicas y el problema se encuentra atrapado en una atrofiante falta de gestión que perjudica con una gran desesperanza a toda la comunidad.
Osman Cortés Argandoña
Acondroplasia
En un mundo donde la diversidad es nuestra mayor riqueza, aún enfrentamos desafíos que persisten en distintas secciones de la sociedad. En este Día Internacional de la Concientización sobre la Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas que causan Enanismo (ADEE), desde la Asociación Padres Acondroplasia Chile alzamos nuestra voz para arrojar luz sobre los obstáculos que las personas con acondroplasia enfrentan, no solo en Chile, sino en todo el mundo.
La acondroplasia, una condición poco común que causa enanismo debido a una mutación genética, afecta a alrededor de 790 personas en Chile, 150 de las cuales son niños. A pesar de la falta de un censo formal, la estigmatización social es un problema real que afecta a estos niños, quienes merecen crecer en un entorno seguro y libre de prejuicios.
La acondroplasia está marcada por un fuerte estigma social, es una de las pocas discapacidades que al día de hoy sigue siendo objeto de bromas y humor malentendido. El estigma social es un problema grave que socava la autoestima y el bienestar de los niños con acondroplasia y tiene consecuencias en la vida adulta. La Ley 20.536 sobre Violencia Escolar en Chile establece la necesidad de prevenir y sancionar el acoso escolar, reconociendo sus efectos perjudiciales en los estudiantes, y nos impone la responsabilidad de actuar.
En este Día Internacional de la Concientización sobre la Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas que causan Enanismo (ADEE), hacemos un llamado a la sociedad, las instituciones educativas y las autoridades para unirse en la lucha contra la estigmatización. Es el momento de promover la inclusión y el respeto, porque todos los niños, sin importar su estatura o condiciones médicas, merecen crecer en un entorno acogedor y tener las mismas oportunidades que los demás.
Hemos sido testigos de casos de acoso escolar directamente relacionados con la condición de acondroplasia, y también hemos enfrentado la estigmatización en los medios y las redes sociales. Es fundamental que todos tomemos conciencia y trabajemos juntos para construir una sociedad más inclusiva y tolerante.
Fernanda Cornejo, presidenta Asociación Padres Acondroplasia Chile