Secciones

  • Portada
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos
  • Contraportada

Exoesqueletos industriales: ¿Solución real?

En la actualidad y en el marco de la denominada Industria 4.0, han surgido una serie de nuevas tecnologías que buscan mejorar las condiciones de trabajo y la productividad.
E-mail Compartir

El año 2022 con 1.842 casos los Trastornos Musculo-esqueléticos (TME) representaron la segunda enfermedad profesional más frecuente en Chile según la SUSESO, afectando mayormente las extremidades superiores y columna lumbar. Esto es un problema de salud pública que se ha abordado desde la prevención con normativas cada vez más exigentes para las empresas.

En la actualidad y en el marco de la denominada Industria 4.0, han surgido una serie de nuevas tecnologías que buscan mejorar las condiciones de trabajo y la productividad de las empresas en todo el mundo. En ese contexto los Exoesqueletos emergen como una tecnología que busca reducir la carga de trabajo físico en los trabajadores/as de la industria, minería, servicios, logística y otros rubros.

Pero, ¿qué es un exoesqueleto?: Es un sistema mecánico- textil que busca dar soporte a las estructuras osteomusculares para reducir el esfuerzo físico al realizar tareas como levantar o sostener una carga, o al trabajar con los brazos sobre el nivel de la cabeza. Estos dispositivos portátiles, muchas veces asociados a imágenes de películas como "Los Avengers", la verdad es que son un nuevo tipo de herramienta de trabajo que busca ayudar a prevenir los TME y que en general han demostrado, principalmente en laboratorio, reducción de los esfuerzos mecánicos y la percepción esfuerzo. Sin embargo, aún se desconocen sus impactos en la actividad real de trabajo, en la salud a mediano y largo plazo, en los tiempos de respuesta ante riesgos de accidentes, la confortabilidad en uso prolongado y la eficacia en la productividad.

Hoy es un desafío para la academia responder a estas interrogantes cotidianas en las empresas que buscan una solución al tema de los TME y que están sujetas a la fuerte entrada comercial de estos productos. Antes de decidir adquirir un exoesqueleto, es importante evaluar ergonómicamente su real potencialidad de uso y evitar así el fracaso en una implementación inadecuada. Por esta razón el Programa de Ergonomía de la UDA está ejecutando un proyecto de investigación sobre la usabilidad de exoesqueletos pasivos en minería, el cual tendrá una duración de 2 años y aportará evidencia científica sobre este tema.

Presión sin respiro a las pymes

Es de toda justicia que los atacameños y chilenos tengan un salario mínimo para subsistir. Pero eso debe ir de la mano con ayuda potente para las pymes. El problema quizás ni sea el salario mínimo, sino la constante presión que viven las pymes con impuestos que no todos pagan y la desaceleración de proyectos de inversión.
E-mail Compartir

E n el marco de la discusión por el alza del salario, 117 organizaciones gremiales de pymes llamaron a los parlamentarios a no aprobar la iniciativa, por el impacto que pueda generar y la insuficiente ayuda del Gobierno. Lo que se viene generará discusiones y debates, lo que siempre es positivo porque el diálogo debe ser lo primordial, pero en este caso el Gobierno con esta política está dejando efectos variados, dado el apresuramiento que hay.

Para empezar, podemos decir que a partir de la presión que hay, las pymes están quedando como las "malas de la película" y eso desde ya es una injusticia.

¿Quién no va a querer que las personas tengan un piso mínimo para subsistir?

Nadie, pero no a costa de la ausencia de un diagnóstico adecuado de la realidad de los negocios y, peor, sin tomar medidas más amplias para su desarrollo.

Las pymes formalizadas deben lidiar con una constante presión. El pago de impuestos, el pago de arriendo, la incertidumbre de que si un mes será bueno o no son eventos constantes, a los que se suman las coyunturas como la inflación, el estallido social, la pandemia, un robo, entre otros. Además, no pueden competir con quiénes que se instalan en los centros de las ciudades vendiendo artículos incluso de lujo.

Y es que el problema capaz ni siquiera sea el sueldo mínimo, sino que el resto que rodea a los negocios, que deben hacer malabares, como también dependen del crecimiento económico.

El Gobierno, tal cual lo hizo con las empresas mineras con el royalty, debe flexibilizar el tema. Y no se trata de instalar una gradualidad con el alza, sino que brindar medidas reales como un mejor subsidio u otros incentivos.

Finalmente los negocios más chicos serán los más perjudicados. Porque incluso hay pymes que pueden traspasar el costo a los consumidores, pero ¿qué pasa con aquellas que tienen competencia a la redonda que está formalizada y no formalizada? Simplemente cerrar.

¿Quo vadis?

Rodrigo Rojas Veas , Rector Santo Tomás Copiapó
E-mail Compartir

Hace una semana se llevó a cabo la elección de consejeros constituyentes, un evento electoral que marcó un giro de 180 grados en el escenario. Las encuestas mostraban una tendencia a que hubiese resultados positivos para el bloque de la centro derecha pero la magnitud de lo que sucedió no fue identificado en ningún estudio ni estaba en los cálculos de nadie.

¿Qué pasó? ¿Qué puede explicar lo sucedido?

Primero, el 85% de participación confirmó la tendencia al alza de este factor, evidenciada ya en el plebiscito de septiembre de 2022, lo que se atribuye a la obligatoriedad del voto y a la polarización política presente en ambos certámenes.

Segundo, los resultados fueron muy similares, en tanto los bloques políticos alineados en torno al rechazo y al apruebo del 2022 obtuvieron porcentajes muy parecidos en la distribución observada en la elección de los consejeros constituyentes bordeando nuevamente ambos sectores el 62% y el 38%, respectivamente. Al parecer y luego de mas de 30 años del clivaje del Si y el No, se consolida un nuevo parte aguas en la política chilena: el del apruebo y el rechazo, hipótesis que se confirmará o desmentirá según los resultados de los próximos actos eleccionarios: el plebiscito constitucional de diciembre de este año y las elecciones municipales del año 2024.

Tercero, ocurrió el fenómeno de la irrupción de una nueva fuerza política que en corto tiempo ha asumido una posición de cuasi dominio en el cuadro político nacional. El partido Republicano ha logrado hegemonizar a la centro derecha, desplazando a los partidos tradicionales, consiguiendo imponer primero una candidatura presidencial y ahora logrando el 35% de los votos y 23 consejeros, lo que se traduce en que tiene poder de veto en esta instancia, algo que no estaba ni en sus mejores sueños y tampoco en los peores de sus adversarios.

Cuarto, como consecuencia de esto, y casi tan inesperado como lo anterior, sumando a republicanos y a la alianza Chile seguro, este sector obtiene el control total del consejo, lo que podría dar origen a que la nueva constitución que se está pergeñando pudiese ser una enteramente partisana, algo que ocurrió en la pasada convención y que se aspiraba a que no ocurriese en esta oportunidad. El mecanismo establecido en las 12 bases constitucionales acordadas en el parlamento debería ser el mejor antídoto para evitar excesos y lograr acuerdos inclusivos que permitan un texto que interprete a la mayoría del país.

Por último, el menguado resultado de las fuerzas oficialistas y de la lista de la centro izquierda que no obtuvo representación dan cuenta de un severo juicio de los ciudadanos sobre su capacidad de implementar políticas públicas que resuelvan las prioridades de estos y que sintonicen con las demandas de los grupos mayoritarios de la población.

Ante este cambio de gran magnitud, sus consecuencias y significado, hay más incertidumbres que certezas. Me pregunto: Chile ¿Quo vadis? … Chile ¿Dónde vas?