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Tres mujeres olivicultoras lideran recambio generacional en Atacama

VALOR. Daniela González, Pía Albiña y Carmen Castillo producen aceite de oliva con Sello Denominación de Origen en al Valle del Huasco.
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Redacción

La ovicultura es un verdadero valor en Atacama y en ese contexto, el recambio generacional aparece como relevante para mantenerlo.

En ese contexto, Daniela González, Pía Albiña y Carmen Castillo son tres mujeres que lideran esto, prodiciendo aceite de oliva con Sello Denominación de Origen en al Valle del Huasco. Viven con energía, pasión y amor las labores diarias de la tierra y cada una tiene una conexión especial con la olivicultura a través de sus historias familiares.

Daniela González dedica su vida a Payantume, Aceite Extra Virgen de Oliva en Huasco Bajo. Su especialización en ventas y marketing la vuelca en la sala de ventas y museo donde explica al público la razón de ser de su emprendimiento familiar.

"Soy quinta generación de olivicultores y todo lo que rodea al olivar familiar es una pasión para mí. Recuerdo que en sus últimos años mi abuelo me dijo que tenía que seguir liderando este negocio junto a mis padres y asumí de lleno esa responsabilidad. Veo una gran oportunidad para mostrar todo lo que hay en torno al fruto, ya que los aceites en Huasco y Freirina son de gran calidad, muy valorados a nivel internacional y con un alto contenido nutricional. Quiero seguir aportando al negocio de la familia -agrega- y educando a la gente sobre propiedades y beneficio de nuestros aceites y aceitunas en este pequeño museo familiar donde hoy todavía guardamos máquinas moledoras y otras herramientas que se usaban, como por ejemplo estos sacos que entregaba INDAP 30 o 40 años atrás como apoyo a los agricultores familiares", señala Daniela González.

Encanto por el campo

Al igual que padres Pía Albiña (Olivos Albiña) creció con el aroma y color de las olivas en Freirina. Se siente embajadora de un territorio con identidad y con un producto con características especiales al cual se dedica 24/7. "Todo lo que me transmitió el abuelo y luego mi padre sobre la producción de aceitunas y aceite terminó por encantarme. Fui testigo de su esfuerzo y aprendizaje para sacar los primeros litros de aceite de forma artesanal, y heredé esa pasión que hay que poner cuando produces un aceite. Para ello -comenta- me preparé bastante estudiando el proceso de la maquila y extracción de aceite en la universidad. En nuestro emprendimiento yo me dedico a maquilar las olivas, así que varias horas al día en la época de molienda estoy con el buzo de trabajo viendo y supervisando el proceso. Tenemos un gran desafío quienes nos dedicamos a la olivicultura -agrega- porque hoy por hoy no vemos mucha juventud asumiendo tareas en el campo".

"Soy quinta generación de olivicultores y todo lo que rodea al olivar familiar es una pasión para mí"

Daniela González

"Tenemos un gran desafío (...) hoy por hoy no vemos mucha juventud asumiendo tareas en el campo"

Pía Albiña

"Es importante escuchar de nuestros abuelos y abuelas sus historias, sus recetas, sus sabores y saberes"

Carmen Castillo