Ayer se desarrolló la elección de los integrantes del Consejo Constitucional, instancia que es vista como una segunda oportunidad para terminar con el proceso constituyente.

Se hizo en medio de las dudas en torno al peso que tendrán este Consejo, dada la intervención de otras entidades como el Comité de Expertos, lo que sin duda será materia de discusión en los próximos meses.

Desde antes de la elección de ayer, ya había reparos con el resultado, dada la configuración política de esta nueva agrupación que tiene 50 integrantes.

Lo cierto es que el resultado no sorprendió y fue la oposición la que se llevó la gran mayoría de los cupos, aunque el hecho que Republicanos haya arrasado en casi todas las regiones fue materia de profundo análisis en los distintos sectores.

Lo que se vio fue una extensión del arrastre del Rechazo en que el Partido Republicano supo expresarlo de mejor manera y eso se reflejó que incluso en bastiones del Gobierno como la Región de Valparaíso.

De ahora en más lo importante es seguir el proceso de la manera más armónica posible, evitando los descalabros de la Convención Constitucional en la que integrantes sufrieron una "borrachera electoral" demasiado extendida, lo que terminó siendo uno de los factores para que el texto sea rechazado.

Pareciera preciso que todos sean buenos perdedores y ganadores en esto. No se trata de tomar una posición sumisa o dominante, sino que llegar a acuerdos y diálogos, por más difícil que se vea tomando en cuenta que las posturas ideológicas pueden ser muy distintas en una buena parte de las ideas de las que se hablarán. También es preciso que los ganadores no sufran una "borrachera electoral" como pasó con el primer proceso. Esa es una lección que debe quedar muy aprendida por el bien del país.

Hallé este libro por casualidad, del autor Robin Norwood. No lo leí, sino que lo escuché en el audiolibro que Julieta Cainzos desarrolló en su podcast de Spotify (muy, pero muy recomendado) Este libro nos permite reflexionar sobre cómo poder cambiar nuestra forma de amar y dejar de sufrir. ¿No es acaso lo que estabas buscando?

Pon atención a lo siguiente. En uno de sus capítulos se plantea… ¿por qué a las mujeres nos atrae tan profundamente la idea de convertir a alguien infeliz o enfermo en nuestra pareja perfecta? Esto se analiza desde el cuento de hadas "La bella y la bestia", donde se nos hace creer que el amor todo lo transforma. Un concepto que en otrora era parte de la enseñanza que se daba junto con la idea de que un príncipe azul llegaría a rescatarnos y hacernos felices para siempre.

Hoy en día, las mujeres debemos lidiar con una batalla interna y social sobre cómo relacionarnos con el sexo opuesto; sin estar en esa permanente búsqueda de querer cambiarlo, ayudarlo o, protegerlo.

Lo primero es analizar cómo han sido nuestras parejas y observar si hemos repetido un patrón en las relaciones amorosas. Reconocer conductas similares nos permitirá terminar con individuos que sólo van a lastimarnos.

¿Cómo saber si somos mujeres que aman demasiado? Fíjate en esto. En el prólogo del libro se señala que "cuando disculpamos su mal humor, su carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado". "Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda que estamos amando demasiado".

Nuestra felicidad no depende de si estamos comprometidas con alguien, sino de cómo hacemos que nuestra vida sea maravillosa. Ser mujeres que se aman a sí misma, es saber detener el dolor causado por parejas insuficientes. Romper patrones, es un proceso lento, pero se puede. ¿Una recomendación? Poner atención a las señales, para saber si es el indicado o para huir antes de pensar en cambiarlo.