El pasado jueves, el presidente presentó una ambiciosa Política Nacional del Litio, en la que se establece que el Estado tendrá un rol protagónico en la industria del litio en los próximos años, relegando al sector privado a un papel secundario. Esto es significativo en un país donde la mayoría de la economía está privatizada o concesionada, incluyendo servicios básicos como agua, luz, salud y educación, así como carreteras y aeropuertos.
Las colaboraciones público-privada, como la que se propone para el litio, no son nuevas, y en sectores estratégicos para los países son la estructura recomendada, por sobre una privatización o estatización total. Según Mariana Mazzucato, en su libro "El Estado Emprendedor", estas colaboraciones impulsan la innovación y el crecimiento económico.
Erróneamente se ha comparado la estrategia del litio con la Nacionalización del Cobre de 1971. Lo cierto es que el litio, siempre ha sido nacional y estatal, a tal punto, que, según la Ley 18.097, Art. N° 3, de 1982, es el único commodity que no se puede concesionar. De hecho, los contratos de SQM y la norteamericana Albemarle son de arriendo, y no de concesión.
En la industria del litio, algunos prefieren dejar todo en manos privadas y que paguen impuestos al Estado (los menos posibles), al igual que se hizo con el cobre ¿Qué resultados ha dado eso? Sólo en 2022, la minería del cobre reporto un PIB de MM $28.584. Al mismo tiempo, los ingresos tributarios de la minería privada fueron MM $3.977 y Codelco aportó otros MM $1.963. De toda la minería del cobre del 2022, sólo el 20,8% fue a parar a las arcas fiscales, mientras que el resto fue a parar a privados. Además, en 2022, los ingresos del cobre (minería privada más Codelco), representaron apenas el 8,7% de los ingresos fiscales, muy lejos del llamado "sueldo de Chile".
Es crucial aprovechar la oportunidad que se presenta con el litio. La creciente demanda del "oro blanco" en los próximos años, sumada al hecho de que Chile cuenta con las mayores reservas de litio del mundo, plantea una oportunidad única para impulsar el crecimiento económico del país en niveles no vistos en décadas. Es vital que se tomen medidas adecuadas para aprovechar esta oportunidad de manera responsable y sostenible.