Correo
La gallina de los huevos de oro
Señor director:
El Estado no produce ningún peso, y lo más cercano que tiene son las empresas estatales que no son las más competitivas. La situación es que el dinero del Estado, del Gobierno Regional y el dinero Municipal vienen del bolsillo de un grupo de trabajadores de este país, un grupo cada vez más pequeño, se compone de trabajadores dependientes e independientes, empresarios de diverso tamaño, qué declaran impuestos, están formalizados, pagan contribuciones y cuanto impuesto hay, es en este grupo en donde se sustenta el Estado y la burocracia.
Es a este grupo privado de personas, a las cuales no se les debe dejar sola, se les debe cuidar, son la verdadera gallina de los huevos de oro, que sustenta el aparato y el gasto público. Tenemos que definir y valorar el nicho que es el motor de la sociedad. El resto solo administra el dinero de otros.
Gonzalo Valdés Lufi, ingeniero Comercial
¿Quién responde frente a la violencia escolar?
Según cifras de la Superintendencia de Educación a marzo de este año, las denuncias por maltrato escolar aumentaron un 81%, número que, por donde se le mire, resulta preocupante.
Es importante reconocer que existen diferentes formas en las que se puede dar la violencia o maltrato dentro de un establecimiento educacional. Además del bullying, sea en su forma física o a través de redes sociales e internet, pueden darse casos como, por ejemplo, balaceras cercanas al establecimiento, pudiendo incluso resultar lesionado algún alumno.
También es de relevancia tener en cuenta que cada situación tiene distintas tipificaciones legales según sea el caso, así como sus respectivos responsables y protocolos, debiendo también ser consideradas en el reglamento de convivencia escolar que por ley debe tener cada establecimiento.
El llamado es a la cautela y preocupación de los distintos integrantes de la comunidad educativa. Es decir, desde los propios establecimientos con todos sus empleados, hasta los apoderados y alumnos. También a estar informados sobre cómo proceder en cada uno de estos casos y saber identificar las responsabilidades que corresponden.
Pamela Docmac, abogada y socia fundadora de Sostiene
Manos a la obra
Señor director:
Un 40% de los profesores chilenos desertan la sala de clases al quinto año de ejercicio y se estima que para el 2025 faltarán 32 mil profesores. La reconocida teoría de la autodeterminación de los psicólogos estadounidenses Ryan y Deci puede ayudarnos a pensar soluciones. Según ellos, nuestra motivación por hacer algo depende de cuánto ese algo nos hace sentirnos competentes, autónomos, y valorados por otros.
Un profesor se siente competente cuando logra enseñar, es decir, cuando su tiempo y esfuerzo resultan en aprendizajes en sus estudiantes. Cuando apenas tiene tiempo para planificar sus clases ni herramientas para lidiar con las necesidades especiales de sus estudiantes, por ejemplo, es difícil que vea aprendizajes y natural que decaiga su motivación.
La autonomía del profesor se consigue cuando tiene espacio y libertad para diseñar cómo promover los aprendizajes de sus estudiantes. Por ejemplo, no tiene autonomía un profesor que solo ejecuta el plan que otro hizo y por eso, decrece su motivación.
Por último, un profesor se siente valorado cuando la comunidad de su escuela y la cultura de su país dan signos claros de apreciar su trabajo. Esa gratitud se nota en el trato y en la admiración que recibe y, también, en su salario. Qué bueno saber que existen formas concretas de contribuir a que todos nuestros profesores perseveren en su preciosa labor.
Manos a la obra.
Montserrat Cubillos, profesora investigadora Facultad de Educación Universidad del Desarrollo
a Vínculo se escribe con mayúscula
Señor director: Una de las claves más importantes para garantizar la recuperación e inclusión de una persona con discapacidad mental, no está solo en el tratamiento o farmacología, ni necesariamente en las terapias de los profesionales, está en el reestablecimiento de sus vínculos. En el fortalecimiento de las redes que les son significativas, de las relaciones interpersonales y comunitarias.
Esta es una de las principales confirmaciones y hallazgos del trabajo que desarrollamos como Hogar de Cristo dentro de la serie Del Dicho al Derecho, cuyo título es "Trayectorias de Inclusión para Personas con Discapacidad Mental en Contexto de Pobreza y Vulnerabilidad".
El trabajo contiene testimonios tomados de 28 entrevistas hechas a hombres y mujeres con diversos tipos de trastornos, tanto psico-sociales como cognitivo-intelectuales, y distintos grados de dependencia desde leve a severa.
Leerlos, sopesarlos y actuar en consecuencia es en sí mismo un paso hacia la esquiva inclusión. "Mire, a mí me falta en la vida más… más amistad. No tengo amigos, los tuve… Lo que pasa es que tomé remedios, me dio otra mentalidad. No soy el mismo, las pastillas le cambian la personalidad de uno", dice un hombre de 52 años. Una mujer de 30, explica: "Desde que me enfermé, me he excluido un poco de la sociedad, como se dice. Antes era más amistosa, me juntaba gente. Me enfermé y la gente desapareció". Otra, de 35, dice: "Ella, por cualquier cosa me pegaba, es que le daba vergüenza tener una hija que se transformó. Usaba una palabra que todos siempre usan… loca. Después, mis papás me echaron a la calle. Y pasé en la calle como siete meses".
Pese a los avances que se han producido en este ámbito, y a que la evidencia y la experiencia demuestran que la falta de interacción con el medio social, es un elemento relevante en la generación de discapacidad en las personas, sigue siendo la discriminación un importante impedimento para una inclusión efectiva de este grupo. En nuestro país aún persiste la creencia de que están fuera de la realidad, que son como niños o niñas o que se trata de personas "violentas" con las cuales no es posible comunicarse adecuadamente. En la mayoría de los casos, estos prejuicios o desconocimiento nos lleva a tener muy pocos puentes de encuentro, a rechazarlos y, de esta manera, marginarlos de la vida social y comunitaria.
Por María Isabel Robles, directora técnica nacional Hogar de Cristo