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Salud para todos en el Día Mundial

Los desafíos en términos sanitarios son enormes, en especial en países como el nuestro.
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Este 7 de abril se celebró a nivel internacional el Día Mundial de la Salud, una efeméride impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que vienen a recordar su fundación, que data del año 1948. Además de centrarse en el camino hacia el logro de la Salud para todos, que es el tema de este año, la OMS celebrará su 75º aniversario bajo el lema 75 años mejorando la salud pública, explica en su sitio web. La historia cuenta que en el año 1948, "los países del mundo se unieron y fundaron la OMS para promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables, para que todos, en todas partes, puedan alcanzar el más alto nivel de salud y bienestar", explica la OMS.

En este sentido, agrega que su aniversario número 25 se ha transformado en una oportunidad para "mirar hacia atrás a los éxitos de salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas. También es una oportunidad para motivar la acción para abordar los desafíos de salud de hoy y mañana".

Y es que es evidente que la salud pública en el mundo ha mostrado avances y éxitos. En nuestro país es particularmente relevante lo que se logró durante la pandemia. Si bien no se pudieron evitar contagios ni lamentar fallecimientos, la aplicación de las diferentes dosis de vacunas terminó por aplacar los efectos del covid en Chile.

Sin embargo, también los desafíos en términos sanitarios son enormes, en especial en países como el nuestro, donde la salud pública ha tenido un componente privado a través de las Isapres como aseguradoras. Hoy, se debate un cambio al respecto, en un hecho que debe considerar la capacidad que hoy tenga el Estado para garantizar lo que la OMS declara, que es que todo el mundo tenga acceso a la salud. No es una tarea fácil, porque demanda inversiones, formación de profesionales, infraestructura y una serie de condiciones para que el sistema sanitario funcione de manera equitativa, igualitaria, democrática y sobre todo, eficiente para toda la población. El conseguir lo que la OMS busca para la población en términos de salud, para Chile significa un salto enorme, pero que debe dar.

Calle sin Violencia

Liliana Cortés , Directora de Fundación Súmate
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Sabemos que los barrios de nuestro país son la cancha donde debemos ganarle a la violencia, la falta de oportunidades y el escaso bienestar de las familias. "Que la calle no sea su sala de clases" es el mensaje que el Hogar de Cristo está desplegando para la campaña de recolección de recursos que busca fortalecer nuestras escuelas y dispositivos de reingreso para niños, niñas y jóvenes en situación de pobreza y vulnerabilidad que han abandonado el sistema escolar. La cifra oficial registra a más de 227 mil excluidos de su derecho a la educación, muchos de los cuales ahora mismo están siendo reclutados por el crimen organizado y el narco en los territorios más marginales, populosos y carenciados del país.

Esta coincidencia de nombres no es casualidad.

Intentar transformar las calles en lugares seguros y los barrios en espacios protectores es lo que está detrás de la estrategia del gobierno y de nuestro mensaje de campaña. Son caminos con una mirada preventiva, anticipatoria y sobre todo centrada en dar a las personas herramientas que les permitan construir el presente y el futuro. No es casual que un alto porcentaje de niños, niñas y jóvenes en la Encuesta de la Defensoría de la Niñez declararan que el lugar más inseguro para ellos era su barrio.

Hoy en las comunas con mayores índices de violencia, los pequeños y los grandes se están restando de la educación. Madres que sienten que los niños están más a salvo en las casas, porque hoy hasta en las salas cunas hay protocolos en caso de balaceras. Jóvenes que buscan generar ingresos altos y lo antes posible para aportar a sus familias o salir lo antes posible de esos lugares peligrosos.

Si cruzamos las 30 comunas más peligrosas que intervendrá el gobierno con las que concentran el mayor número de excluidos de la educación, la coincidencia es total. Maipú, Antofagasta y Valparaíso, por mencionar aquellas donde está Súmate.

El plan Calle sin Violencia, que se adelantó a raíz del asesinato del cabo primero Daniel Palma, tiene cinco pilares, uno de los cuales es tan obvio como descuidado: la prevención. "Hay que intervenir en la estructura social de ese barrio", precisan las autoridades. Esa prevención es necesariamente educación. Es contar con ofertas de reingreso -escuelas y aulas- para que abuelas, tías y vecinas nos alerten dónde hay un niño, una niña, un joven que ha dejado de ir a clases y estemos preparados para ir a buscarlo y ofrecerle algo concreto para recuperar su trayectoria educativa.

Desafios globales y locales: Descarbonización, litio y desigualdades

Si bien el litio posee un rol destacado dentro del proceso de descarbonización de la matriz energética, su explotación se ha convertido en una poderosa fuerza de transformación para territorios con características ambientales y socioculturales específicas. Dr. Mauricio Lorca, Investigador responsable proyecto "La ecología política global del litio", FOVI 220012 Universidad de Atacama
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El aumento de las temperaturas en el planeta y la crisis climática que enfrentamos imponen la urgente reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera -especialmente de dióxido de carbono- mediante el reemplazo de combustibles fósiles por energías "verdes". Esto ha posicionado al litio como un componente esencial en el almacenamiento de esas energías en baterías que permitirían reemplazar el parque automotriz de combustión interna por uno eléctrico. Con ello se estima que, para 2050, la demanda mundial de litio se multiplicará por cinco y que su precio irá en aumento.

Sin embargo, la ruta global a la descarbonización está siendo fuertemente cuestionada por las desigualdades que genera para quienes habitan o han usado tradicionalmente las cuencas de los salares desde donde se obtiene litio mediante la técnica de bombeo y evaporación de salmuera. Por ejemplo, para producir una tonelada de carbonato de litio en el salar de Atacama, se evaporan alrededor de dos millones de litros de agua, generándose miles de toneladas de desechos salinos en espacios extremadamente ricos y frágiles en términos ecosistémicos, de gran complejidad hidrogeológica y que cobijan una biodiversidad importante.

Es decir, si bien el litio posee un rol destacado dentro del proceso de descarbonización de la matriz energética global, su explotación se ha convertido en una poderosa fuerza de transformación para territorios con características ambientales y socioculturales específicas. Esto es especialmente relevante para la Región de Atacama, en momentos que la minería del litio se ha expandido al salar de Maricunga. Debe considerarse de manera prioritaria la construcción de espacios de vinculación que incorporen a los actores clave para esta actividad, en especial a las comunidades humanas -que en su mayor parte corresponden a poblaciones indígenas- que se ven afectadas negativamente por las operaciones de la minería del litio.